David Alves Jr.
Su nombre sea célebre en Israel.
Rut 4:14
Las bodas siempre son tiempos de felicidad y regocijo. Esto no fue la excepción en el día que se casaron Booz y Rut. Sin duda hubieron lágrimas de alegría y asombro que fueron derramadas en dicha celebración. Solo el Dios infinitamente sabio al que adoramos, pudo unir a estas dos personas, con dos trasfondos tan distintos.
Este matrimonio nos hace a nosotros alegrarnos grandemente, no solo por lo que leemos en el libro de Rut en cuanto a las vidas de estas dos personas, pero también porque tiene que ver con nosotros de una manera muy directa. Hay una gran historia detrás del matrimonio de esta pareja cuando se consideran sus vidas y cómo fue que se conocieron. Pero hay una historia aún más sobresaliente detrás de la historia de amor entre Booz y Rut. La unión entre ellos dos fue usada por Dios para formar parte de la gran historia de la redención de la humanidad. Dios le concedió a Booz y Rut el enorme privilegio de formar parte de la genealogía del único Salvador, Redentor y Mediador que vino a llevar a cabo la inmensa obra de la propiciación por nuestros pecados.
Bien se pudo haber exclamado en esa boda las palabras de Pablo: “¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos! Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor? ¿O quién llego a ser Su consejero? ¿O quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar? Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén” (Rom. 11:33-36).
Con razón las mujeres de Belén le dijeron a Noemí, la suegra de Rut, “Bendito sea el Señor que no te ha dejado hoy sin redentor; que su nombre sea célebre en Israel”. La bendición pronunciada en cuanto a la redención y el nombre de Booz, nos lleva a pensar en uno que es el verdadero y el mayor Booz, quien es Cristo Jesús nuestro glorioso Señor. Meditemos en el nombre célebre de aquel que Su nombre es sobre todo nombre.
Un pasaje que celebra el inigualable nombre de Jesús es lo que escribió Pablo a la iglesia en Filipos. “Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:9-11).
Ningún nombre puede igualarse en grandeza al nombre del Hijo de Dios. Ningún nombre será celebrado como con el nombre precioso y exaltado de nuestro Salvador. Pensemos en los siguientes comparativos entre el nombre celebrado de Booz y el nombre celebrado del Señor Jesús.
El nombre de Booz fue celebrado por un número de mujeres de Belén el día que se casó. El nombre de Jesús será celebrado por toda persona que jamás ha vivido, haya creído o no en Él, “de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”.
El nombre de Booz fue celebrado por mortales. El nombre de Jesús será exaltado “hasta lo sumo” porque el grandioso y eterno Dios le ha dado “un nombre que es sobre todo nombre”.
El nombre de Booz sería celebrado en Israel por las generaciones venideras. El nombre de Jesús será celebrado por la interminable e inagotable eternidad.
El nombre de Booz fue celebrado, pero no por encima de otros nombres de su tiempo. El nombre de Jesús será celebrado como siendo el único nombre que es por encima de cualquier otro nombre que pueda haber.
El nombre de Booz fue celebrado por su conducta y su unión matrimonial con Rut, pero no sufrió por causa de ello. El nombre de Jesús será celebrado por lo alto y sublime que Él es; pero también porque Él sufrió la humillación de haberse hecho hombre, de haber tomado forma de siervo y por haberse hecho “obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
El nombre de Booz fue celebrado porque fue admirado como un buen hombre. El nombre de Jesús será celebrado porque siendo Dios Él es digno de toda adoración y de que toda rodilla se postre delante de Él.
Al reunirnos mañana para adorar a Dios el primer día de la semana, celebremos el nombre de Jesucristo que es el nombre que es sobre todo nombre.
Jesús, tierno nombre de precio y valor,
Tu nombre bendito, Jesús Salvador,
por cima de todos, sin par, sin igual,
exhala fragancias de amor celestial.
(Autor Desconocido)
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