Ensayos

Aspectos de la Resurrección de Cristo

David Alves hijo

Una consideración acertada de la resurrección de Cristo es crucial, fundamental y vital. Sin su resurrección, la palabra de Dios no se cumple, las enseñanzas basadas en el evangelio son derrumbadas, la humanidad se encontraría sin ninguna esperanza de ser regenerada por Dios y los propósitos futuros del Soberano se verían interrumpidos. Este tema también debe ser claramente comprendido para que la iglesia esté informada acertadamente sobre el evangelio de Cristo y no se extravíe por causa de doctrinas falsas. De igual manera es sumamente importante contemplar este tópico para que los cristianos dimensionen todo lo que tienen en Cristo y cómo él es el cumplimiento de todos los propósitos de Dios.

El tema de la resurrección de Jesús se considerará desde cuatro ángulos. En primer lugar, se contemplará su aspecto profético. Se mencionarán algunas profecías de este evento tan significativo para comprobar que el tema de la resurrección fue anticipado muchos años antes de que se llevara a cabo. En segundo lugar, un análisis es hecho sobre algunas sombras de la resurrección del Salvador que pueden encontrarse en el Antiguo Testamento. Esto confirma que verdaderamente Cristo es el enfoque de toda la palabra de Dios y que este evento siempre fue el deseo del Padre. En tercer lugar, se presentarán algunos detalles que son narrados en los evangelios y otros libros, para observar el aspecto histórico de este magno evento. Esto para hacer ver que el Nuevo Testamento enfatiza repetidamente que el Salvador resucitó de entre los muertos sin ninguna duda. En cuarto lugar, se finalizará estudiando este tema al verlo desde un ángulo doctrinal. Se buscará contestar la pregunta, ¿Qué impactos tiene la resurrección de Cristo Jesús?

Proféticamente

El Antiguo Testamento contiene varias declaraciones realizadas por distintos siervos de Dios bajo la inspiración del Espíritu Santo en cuanto a la resurrección del Mesías. Se considerarán algunos ejemplos. Moisés hizo la primera profecía de la resurrección de Jesús en Génesis 3:15, ”Pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón.” Esta profecía indica que la descendencia de Satanás golpearía el talón de la descendencia de la mujer al ser crucificado el Señor; y que la descendencia de la mujer golpearía a la descendencia de la serpiente en la cabeza, al darle Cristo el golpe mortal al diablo habiendo triunfando sobre la muerte. Impresiona pensar que unos 4,000 años antes del nacimiento de Jesús, Dios ya había comunicado a través de Moisés que Su Hijo sería levantado de entre los muertos.

Job también profetizó sobre este evento. Posiblemente vivió durante los tiempos narrados en el libro de Génesis. Con mucho tiempo de anticipación él anticipó la resurrección de su Redentor. Él dijo: ”Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” (Job 19:25). Job entendía quién era su Redentor, que un día moriría, pero que también que él resucitaría al levantarse sobre el polvo.

David anunció con unos 1,000 años de anticipación que el Señor vencería la muerte. En el Salmo 16:10 escribió: ”Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.” Cuando Pedro predicó el día de Pentecostés a una numerosa multitud, les habló de la resurrección del Hijo de Dios y les citó las palabras de David en el Salmo 16 (Hch. 2:25-28).1 Esto confirma que lo escrito por David fue una profecía de la resurrección del Mesías. La profecía infiere que moriría pero que resucitaría antes de que Su cuerpo se descompusiera.

El profeta Isaías en el capítulo 53 de su profecía, de igual forma adelantó que el Cristo sería levantado de entre los muertos. En ese pasaje Isaías presentó inicialmente la muerte del Señor y después hace alusiones al hecho de que Él resucitaría. Esto lo hace al describir algunas de las cosas que el Hijo de Dios gozará en un día futuro. Por ejemplo, “verá linaje, vivirá por largos días” (v.10), tendrá “parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos” (v.12). Se entiende que, para expresarse de esa manera, él estaba profetizando que Jesús resucitaría.

Imagen por Tim Wildsmith

Figurativamente

Todo el Antiguo Testamento da testimonio de Cristo Jesús. Esto puede ser visto en las profecías; y también en las figuras, tipos y sombras que esa parte de la Biblia nos presenta en cuanto al Mesías. Hay personas, objetos, eventos y animales que representan distintos aspectos de la vida de Cristo sobre la tierra. De esta manera es que puede verse la resurrección de Cristo desde una perspectiva figurativa, simbólica, tipológica. Se analizarán distintos ejemplos de esto de la siguiente manera.

El escritor de la epístola a los Hebreos hace ver que Abraham al levantar a su hijo Isaac con vida del altar (Gn. 22) lo hacía ”en sentido figurado” (Heb. 11:19). Isaac cargando la madera al ir al monte, es figura de Cristo cargando su cruz al ir caminando al Gólgota. Isaac siendo puesto sobre el altar, es una sombra de Cristo sacrificándose sobre el madero. Isaac siendo levantado con vida del altar, es un tipo de la gloriosa resurrección de Jesucristo.

En Levítico 23:9-14 los Israelitas tenían que viajar al templo y ofrecerle a Dios las primicias o los primeros frutos de su cosecha. El apóstol Pablo confirma lo que representa la fiesta de las primicias. Él escribió sobre el Salvador: ”Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1 Co. 15:20). Esto resalta el hecho de que Cristo goza supremacía en cuanto a todo, incluyendo la resurrección. Por causa de su gran triunfo, todos los miembros de su cuerpo que mueran, también resucitarán como él. “La consecuencia de que Cristo es que otros también serán resucitados. Él es primicias de una gran cosecha.”2

El rey-sacerdote de Salem llamado Melquisedec, quien tuvo un encuentro muy particular con Abraham, también es figura de Jesús y de su resurrección. Este personaje enfatiza la permanencia de la vida de Jesucristo después de haber resucitado. En Hebreos, donde se señala que Melquisedec es un tipo de Cristo Jesús, se puntualiza que Él murió una sola vez (Heb. 9:28) para nunca jamás morir. El Espíritu Santo recalca que así como Melquisedec gozaba un sacerdocio eterno, así también nuestro gran Sumo Sacerdote (Heb. 5:6). El escritor a los Hebreos asemeja a Melquisedec con el Salvador, al afirmar que Él vive “según el poder de una vida indestructible” (Heb. 7:16). “La resurrección del Señor Jesús comprueba convincentemente que ya no está atado a la muerte.”3

El profeta Jonás también es un tipo de la resurrección de Cristo. Por su desobediencia Dios permitió que un gran pez se lo tragara al ser echado al agua desde una nave. Él estuvo dentro de ese pez tres días y tres noches. El Señor mismo hizo la comparación entre Jonás en el vientre del gran pez con su resurrección. Él dijo: ”Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mt. 12:40). Después de tres días, por orden divina, el gran pez escupió a Jonás para que saliese a la tierra. De la misma manera, Cristo salió de la tumba con vida, después de estar allí por tres días.

Históricamente

Los cuatro evangelios y otros libros del Nuevo Testamento registran el aspecto histórico de la resurrección del Hijo de Dios. Al haber muerto Jesús sobre la cruz después de haber padecido por los pecados; José de Arimatea y Nicodemo pidieron a Pilato Su cuerpo, el cual les fue concedido. Ellos prepararon Su cuerpo como era de costumbre para los judíos y lo sepultaron. “Lo puso en su propio sepulcro nuevo que él había excavado en la roca… Después de rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, se fue.” (Mt. 27:60).

La mañana siguiente, cuando aún era muy temprano, un grupo de mujeres que habían seguido al Señor fueron al sepulcro. Iban preocupadas porque no sabían quién les ayudaría a remover la piedra. Cuando llegaron, la tierra tembló porque un ángel bajó del cielo, removió la piedra y se sentó sobre ella. El ángel habló con las mujeres y les dijo: “Ustedes, no teman; porque yo sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado, tal como Él dijo. Vengan, vean el lugar donde estaba puesto” (Mt. 28:5, 6). También les mandó que esto se lo comunicasen a los apóstoles.

Pedro y Juan fueron al sepulcro y también la encontraron vacía. Dice en Juan 20, “Inclinándose para mirar adentro, vio las envolturas de lino puestas allí, pero no entró.
Entonces llegó también Simón Pedro tras él, entró al sepulcro, y vio las envolturas de lino puestas allí, y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con las envolturas de lino, sino enrollado en un lugar aparte. También entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó. Porque todavía no habían entendido la Escritura de que Jesús debía resucitar de entre los muertos. Los discípulos entonces se fueron de nuevo a sus casas”.

De igual manera, los Hechos de los apóstoles y 1 Corintios hacen claro que el Señor se le apareció a Sus discípulos después de haber resucitado. Se les apareció en más de una ocasión y también fue visto por 500 seguidores suyos antes de que ascendiese al cielo para estar a la mano derecha de Su Padre.4 En las epístolas en repetidas ocaciones se menciona la resurrección del Señor y se hace abundantemente claro que esto fue algo que los primeros cristianos creían muy concretamente. Pablo, por ejemplo, escribió a las iglesias en Roma: “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros” (Rom. 8:34). La Biblia claramente confirma la historicidad de la resurrección del que dijo: “Yo soy la resurrección y la vida” (Jn. 11:24). El Nuevo Testamento confirma que se cumplió todo lo que el Antiguo Testamento anticipó sobre la resurrección del Hijo de Dios.

Doctrinalmente

A. Lo que la resurrección de Cristo implica para Él mismo

La resurrección del Señor le exalta a Él por encima de todo al afirmar categóricamente las siguientes cosas en cuanto a Su Persona:5

i. Declarado Hijo de Dios. ”Fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos” (Rom. 1:4)

ii. Su obra en la cruz fue completa. ”En cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.” (Rom. 6:10)

iii. Es digno de ser exaltado. ”En cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono” (Hch. 2:30). “Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros” (Rom. 8:34). “Mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria” (1 Pe. 1:21).

iv. Es el Señor. “Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.” (Rom. 14:9).

v. Posee la autoridad como Juez. ”Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel aquél varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hch. 17:31).

vi. Es el verdadero Mesías. “A este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hch. 2:36).

B. Lo que la resurrección de Cristo implica para los redimidos

El acto significativo de la resurrección de Jesús también tiene implicaciones muy sobresalientes para todos aquellos que invocan su nombre y son salvados. El triunfo del Salvador sobre la muerte, de igual forma tiene efectos muy profundos sobre aquellos que no creen en el Hijo. Todo lo que los cristianos tienen por haber creído en el Señor de señores, los incrédulos no lo poseerán como parte del juicio que el Juez de toda la tierra impondrá sobre ellos. Aquí se considerarán algunas de las bendiciones que tienen y tendrán aquellos que sí obedecen el evangelio.

i. Nacen de nuevo. “Nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos (1 Pe. 1:3). En Romanos 6:1-14 Pablo relaciona la muerte y resurrección de Jesús con el cristiano muriendo al pecado y comenzando una nueva vida al enseñar la doctrina del bautismo.

ii. Llevan fruto para Dios. “A Aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios” (Rom. 7:4).

iii. Ya no viven para sí mismos. “Por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Co. 5:15).

iv. Han sido justificados por Dios. “Fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación” (Rom. 4:25). Jesús fue librado para expiar el pecado y resucitado para garantizar la justificación.6

v. Resucitarán para vida aquellos que mueran antes de la venida de Cristo por Su iglesia. “Un poco más de tiempo y el mundo no me verá más, pero ustedes me verán; porque Yo vivo, ustedes también vivirán (Jn. 14:19). “Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con Él a los que durmieron en Jesús (1 Tes. 4:14).

vi. Confirma la veracidad de su fe y de su predicación al no ser falso lo que creen y anuncian al mundo perdido (1 Co. 15:13-19).

vii. Transformación de sus cuerpos al ser resucitados o arrebatados. Lo que es corruptible será transformado para ser incorruptible; lo que causa deshonra a lo que es de gloria; de debilidad a poder; cuerpo natural a cuerpo espiritual; de ser mortales a ser inmortales (1 Co. 15:43, 44, 52-54).

viii. No morirán eternamente. Cristo promete: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás (Jn. 11:25)“Bienaventurado y santo es el que tiene parte en la primera resurrección. La muerte segunda no tiene poder sobre estos” (Ap. 20.6).

Al meditar en todo esto, se puede llegar a la conclusión de que la resurrección de Jesús define todo para la gloria de Su Padre y para el bienestar de Su iglesia. Al ser vista la resurrección del Hijo de Dios proféticamente, figurativamente, históricamente y doctrinalmente, se puede concluir que este evento es fundamental en todos los propósitos de Dios. Confirma todo lo que fue predicho por los profetas y por él mismo. Fue la consumación de la inmensa obra vicaria que Cristo llevó en el Gólgota hace 2,000 años. Tiene un tremendo efecto en las vidas de aquellos que son redimidos por Dios. Tendrá un inmenso impacto sobre la consumación de los tiempos que son de acuerdo a los propósitos eternos y perfectos de Dios. Todo esto demuestra de una forma muy evidente que es absolutamente vital que el tema de la resurrección de Jesús sea entendido correctamente, bíblicamente y devocionalmente. Dios sea eternamente glorificado por el gran triunfo de su amado Hijo sobre la muerte.

  1. John MacArthur, ed. Essential Christian Doctrine: A Handful on Biblical Truth, (Wheaton, IL: Crossway, 2021), 178. ↩︎
  2. Ken Totton, ed., New Treasury of Bible Doctrine, (Sheffield, Inglaterra: Precious Seed
    Publications, 2017), 286. ↩︎
  3. Brian Currie, ed., The Glory of His Grace, (Belfast, Irlanda del Norte: Assembly Testimony
    Publication, 2006), 61. ↩︎
  4. Ken Totton, ed., New Treasury of Bible Doctrine, 285. ↩︎
  5. John MacArthur, Essential Christian Doctrine: A Handful on Biblical Truth, 178. ↩︎
  6. Ken Totton, ed., New Treasury of Bible Doctrine, 285. ↩︎

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