David Alves hijo
El Antiguo Testamento comienza describiendo el primer homicidio en la historia de la humanidad. En Génesis 4 leemos sobre la trágica historia del homicidio que cometió Caín contra su hermano Abel. La razón por la que esto sucedió fue porque ambos se presentaron ante Dios con ofrendas, y la de Abel fue aceptada por Dios, pero la de Caín no lo fue. Esto le causó un gran enojo, lo cual le motivó llevarlo al campo y matarlo. La pregunta es: ¿Por qué Dios aceptó la ofrenda de Abel pero rechazó la de Caín?
Es fundamental considerar el carácter de Dios, porque él es quien recibe las ofrendas. Al contemplar sus atributos, podemos concluir que él sí tiene el derecho de determinar quién le adora y cómo se le debe adorar. También es de suma importancia que se contrasten los dos personajes involucrados en este relato en las Escrituras, para determinar por qué uno fue visto como agradable delante de Dios y el otro no.
Thomas Whitelaw comenta lo siguiente sobre este texto bíblico: “La condición del corazón es lo esencial en la adoración”.1 ¿Cómo fue el corazón de Caín para que Dios desaprobara su ofrenda? La razón por la que Dios desaprobó la ofrenda de Caín, fue porque careció de cada una de las cosas que Dios busca en los que le adoran. Delante de Dios, su persona y su ofrenda fueron reprobables.
Las ofrendas que agradan a Dios
A. El carácter de Dios
- Su soberanía. El hecho de que Dios está por encima de todas las cosas, le permite determinar cómo se le deben presentar las ofrendas. Cuando el hombre entiende la grandeza de Dios y la pequeñez que le caracteriza a él, entonces adorará apropiadamente.
- Su santidad. Al ser Dios santo, esto le impide aceptar menos de lo que él ya ha establecido. Si hubiese aceptado lo ofrecido por Caín, estaría yendo en contra de su carácter santo. Él es completamente apartado del pecado, y por lo tanto, no puede tolerar la desobediencia del hombre.
B. Las exigencias de Dios
- La fe. En Hebreos 11:6 leemos “Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay”. El hombre no puede adorar a Dios si primero no ha depositado su fe en él.
- La obediencia. La nación de Israel tuvo que aprender que a Dios le interesa más nuestra obediencia que nuestros sacrificios. A Dios le interesaba que los hijos de Adán le ofrecieran sacrificios, pero le interesaba más que primero le obedecieran.
- La pureza. La palabra de Dios también enseña que para adorar a Dios, el hombre tiene que hacerlo en santidad y pureza. “Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad” (Sal. 29:2).
C. La necesidad de sangre expiatoria
Otro requisito demandado por Dios para que el hombre pueda adorarle adecuadamente, es en base a un sacrificio que involucre el derramamiento de sangre. En el antiguo pacto era a través del sacrificio de animales, como hizo Abel; y en el nuevo pacto, es por medio del sacrificio del Cordero de Dios.
La ofrenda de Abel
A. Su persona
Abel es reconocido en las Escrituras como habiendo sido un varón de fe (Heb. 11:4). Él representa a todos aquellos que adoran a Dios genuinamente porque confían en él, y no en ellos mismos. La fe de Abel le llevó a vivir contemplando con anticipación el sacrificio que se llevaría a cabo en el Calvario, porque entendía que la única base de su salvación era la sangre derramada.2
B. Su ofrenda
Abel le ofreció a Dios el mejor animal que tenía. Era de los primogénitos y era el más gordo. Abel comprendía que no solo debía ofrecerle lo mejor a Dios, pero también sabía que sangre debía derramarse. Entendía que una vida tiene que ser dada para que un individuo pueda encontrar aceptación delante de Dios.
C. Su testimonio
La palabra de Dios también resalta el hecho de que Abel eran justo (Mt. 23:35; Lc. 11:51; Heb. 11:4; 12:24). Fue alguien que había sido justificado por la fe y que vivía una vida de rectitud. De hecho, su estilo de vida le costó ser asesinado por su hermano. En 1 Juan 3, Abel es usado para ejemplificar a aquellos que son hijos de Dios y lo manifiestan al no vivir habituados al pecado.
La ofrenda de Caín
A. Su persona
La principal razón por la que Caín no tenía fe en Dios era porque era hijo del maligno (1 Jn. 3:12). Por esto mismo hizo cosas como ofrendar equivocadamente y matar a Abel. Se equivocó en cuanto a la ofrenda que presentó a Dios, pero su problema también era porque su corazón estaba mal. No le pertenecía a Dios, sino que le pertenecía a Satanás. Caín actuó de la manera en la que lo hizo porque el diablo era su padre y estaba manifestando su verdadera naturaleza. 3
B. Su ofrenda
Caín ofrendó del fruto de la tierra que él mismo había cultivado y cosechado. Al no ser un varón de fe en Dios como lo fue su hermano, todo indica que confió en sí mismo. John Phillips escribe: “Él estaba siendo religioso. Ciertamente, acababa de fundar una religión- la primera religión falsa del mundo- basada en las buenas obras, esfuerzo propio, y mérito humano, pero una que era muy contraria a la revelada verdad de Dios.”4 El mismo autor también afirma: “La religión de Caín fue fundada únicamente en el razonamiento humano. Iba en contra de la mente revelada de Dios. Era ascética, impresionante, y hermosa en su apariencia externa, pero estaba fundada en el error y en desobediencia voluntaria a la verdad de Dios. Es directamente llamada por Dios “el camino de Caín (Jud. 11) e identificado como apostasía.”5 Abel y Caín habrán aprendido que debían sacrificar animales a Dios, pero claramente Caín rechazó la revelación de Dios en cuanto a esto.6
La ofrenda de Caín también carecía de sangre. Pensó que podía alcanzar el favor de Dios sin el derramamiento de sangre. Jamás iba a poder recibir la bendición de Dios al querer ofrecerle algo producido por la tierra maldecida por causa del pecado y sin sangre que pudiera quitar esa maldición.7 Caín se parece a los que hoy en día quieren ganarse el favor de Dios por sus propios méritos sin darle méritos a la sangre derramada del Salvador. Evis Carballosa afirma lo siguiente: “No poseía la justicia que Dios exige y mucho menos la fe. Se acercó a Dios sobre la base de su propia justicia, es decir, ‘siguió el camino de Caín’ (Jud. 11). Caín, evidentemente, quiso hacer las cosas ‘a su manera’ y no siguió el criterio de Dios. Caín tenía su propia ‘religión’. Tanto él como su ofrenda fueron rechazados porque estaban vacíos de la fe necesaria para agradar a Dios.”
C. Su testimonio
Caín mostró a través del homicidio de su hermano lo que había en él y la razón por la que Dios no pudo aceptar su ofrenda. Lo único que puede producir el pecador es pecado. Por lo tanto no puede agradar a Dios en su propia justicia.
En conclusión, el carácter de Dios resultó en que la ofrenda de Caín no pudiese ser aceptada. Él no podía tolerar el carácter ni la conducta de Caín. Algo que carecía de fe, justicia y obediencia jamás podía traer deleite al corazón de Dios. Abel sí manifestó estas virtudes en su persona y en su presente, y por lo tanto, era visto como aceptable en la presencia de Dios solo por medio de su gracia.
Cada persona debe seguir el ejemplo de Abel, y estar dispuesto a pagar el costo que esta vida implica, como sucedió con él. Por lo contrario, el hombre debe evitar el ejemplo de Caín quien quiso llamar la atención de Dios por su esfuerzo y al no tener un corazón limpio. Por cada una de estas razones, la ofrenda de Caín fue desaprobada por Dios.
- Whitelaw, Thomas, “Génesis” en The Pulpit Commentary (Nueva York, NY: J.J. Little & Ives Company, 83. ↩︎
- Phillips, John, Exploring the Epistles of John: An Expository Commentary (Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2003), 106 ↩︎
- Gooding, A.M.S., “1 John” en What The Bible Teaches (Kilmarnock, Escocia: John Ritchie Ltd., 1987), 226. ↩︎
- Phillips, Exploring the Epistles of John: An Expository Commentary ↩︎
- Phillips, John, Exploring Genesis (Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2001), 66. ↩︎
- MacDonald, William, Believer’s Bible Commentary: Old Testament (Nashville, TN: Thomas Nelson Publishers, 1992), 37. ↩︎
- Mackintosh, C.H., Notes on the Book of Genesis (Holanda: Van deer Perk Printers), 59. ↩︎
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