Iglesia según la Biblia

Los Caracteres Chinos Falsos de Agnes Ozman

David Alves hijo

Agnes Ozman (1870-1937) nació en los Estados Unidos. Al ser una joven escuchó de un predicador de apellido Parham, que se requería un derramamiento del Espíritu Santo para poder evangelizar el mundo. Parham había fundado “La Casa de Sanidad de Betel” para que las personas enfermas acudiesen y fuesen sanadas de sus malestares. De igual forma fundó “La Escuela Bíblica Betel” para supuestamente educar a las personas en las Escrituras.

Uno de los estudiantes del seminario de Parham fue Agnes Ozman. Esta joven metodista, escuchó lo mucho que enfatizó el profesor en cuanto a la santificación y la sanidad. Al hablar ellos de la santificación, se referían a lo que enseñaban los hermanos Wesley, que el cristiano puede llegar a un estado perfección. Parham insisitía a sus estudiantes que esta santificación debía manifestarse claramente a través del Espíritu Santo en las vidas de aquellos que decían haber alcanzado la perfección.

Esto dio lugar a que Parham le dijera a sus estudiantes en una ocasión que por tres días debían investigar este asunto. Él quería que averiguasen cómo es que el bautismo del Espíritu Santo se hacía manifiesto en las vidas de las personas. Después de que pasaron los tres días, Parham encontró que sus estudiantes habían llegado a una conclusión. Estaban convencidos de que era a través del uso del don de lenguas que un individuo demostraba que había sido influenciado sobrenaturalmente por el Espíritu Santo. Llegaron a esta conclusión después de leer los Hechos de los apóstoles.

Poco después de eso, Parham y los estudiantes planearon una vigilia para el fin de año. Durante la última noche del año orarían por la presencia del Espíritu Santo en sus vidas. Habiendo ya llegado el año nuevo, al ser después de la medianoche, Agnes le pidió a su líder que pusiera sus manos sobre ella y orara para que ella fuese llena del Espíritu Santo y pudiese hablar otro idioma. En ese momento, Agnes comenzó a hablar supuestamente en chino. Por días dejó de hablar inglés y se dedicó a escribir caracteres chinos. No solo eso pero los presentes aseguraron que también apareció una aureola sobre su cabeza. Esto resultó en que los compañeros de Agnes también hablaran en otras lenguas.

Al transcurrir el tiempo, Agnes fue enviada a China como misionera. No debe sorprendernos que al llegar allá, los chinos no entendieron lo que ella hablaba y escribía. Obviamente todo había sido completamente falso. Todo había sido el producto de la imaginación de Parham, Ozman y de todos los demás.

Caracteres de Agnes Ozman

El Don de Lenguas

Hay muchos errores doctrinales que pudiéramos señalar de todo lo que ha se ha narrado. Pero en esta ocasión nos estaremos enfocando únicamente en el asunto del don de lenguas. En la actualidad hay una gran confusión sobre este tema así como lo hubo en el siglo XIX cuando vivió Agnes.

De acuerdo a las Escrituras, podemos puntualizar lo siguiente en cuanto al don de lenguas:

1. Hablar en lenguas no es una señal de la bendición de Dios, sino de su maldición. Génesis 11:1-9 narra el hecho de que Dios confundió las lenguas como castigo al hombre, cuando este quiso sublevarse a él. Cada vez que se mencionan a personas hablando en lenguas en el Nuevo Testamento, se recalca que habían judíos presentes. Se entiende que Dios permitió que sus siervos hablaran en idiomas hablados por los gentiles como señal de juicio a los judíos, quienes le habían rechazado continuamente.

2. Hablar en lenguas es algo que únicamente se practicó durante una breve época en la historia de la humanidad. No leemos de los patriarcas ni de los profetas hablando en lenguas. No leemos de Jesucristo y de sus apóstoles hablando en lenguas durante su ministerio público. Solo leemos de algunos hablando en lenguas durante los primeros años de la iglesia. ¿Por qué se habla tanto en la actualidad del don de lenguas, si en Hechos se menciona en muy pocas ocaciones? Es muy obvio en la Biblia que el don de lenguas solo fue ejercido por un tiempo muy breve.

3. Hablar en lenguas fue algo realizado principalmente por los apóstoles. Jesucristo le estaba hablando a sus apóstoles cuando habló de la habilidad de hablar en lenguas, justo antes de ascender al cielo (Mr. 16:17). En el día de Pentecostés, cuando descendió el Espíritu sobre la iglesia, fueron mayormente los apóstoles que hablaron en otras lenguas (Hch. 2:3, 4, 11). Con esto no estamos diciendo que solo los apóstoles hablaron en lenguas, porque otros cristianos sí lo hicieron (Hch. 10:46; 19:6). En la lista de dones de 1 Corintios 12 el don de lenguas es mencionado como siendo dado a miembros de la iglesia. Pero no hay duda de que el Nuevo Testamento recalca que fue empleado principalmente por los apóstoles del Señor. Esto implica que solo hubieron un cierto número de varones que fueron apóstoles y que hoy en día no hay varones que ejerzan el apostolado.

4. Hablar en lenguas es un don que ha cesado. Dios hace esto abundantemente claro en lo que Pablo escribió a los corintios. “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará” (1 Co. 13:8-10). El contexto demuestra que “lo perfecto” es la terminación de la Palabra escrita de Dios. Al terminarse de escribir la Biblia, dones como el de lenguas dejó de existir. Considera también el hecho de que Pablo da las listas de los dones espirituales en tres libros: Romanos, 1 Corintios y Efesios. Únicamente menciona el don de lenguas en 1 Corintios, pero no en Romanos ni en Efesios. El primero en ser escrito de esos tres fue 1 Corintios. Podemos deducir que para el tiempo que escribió las otras dos epístolas, el don de lenguas ya había cesado.

5. Hablar en lenguas era poder hablar en un idioma conocido sin haberlo aprendido anteriormente. No hay ni una sola ocasión en la que la Biblia menciona a alguien hablando en lenguas y que esto signifique que hablaban pronunciando sonidos que no eran entendibles. En Hechos 2 vemos claramente que las personas se maravillaban de que los apóstoles pudiesen hablar el idioma que ellos hablaban, sabiendo que eran de Galilea. Después de experiencias como la de Ozman que no fue entendida por los chinos, el movimiento pentecostés tuvo que enseñar que hablar en lenguas es decir algo que no puede ser comprendido por los demás. Esto es completamente contrario a lo que enseñan las Escrituras.

6. Hablar en lenguas es regulado por lo que dice la Palabra autoritaria, inspirada, inefable e inerrante de Dios. Los que están en el evangelio carismático, que es un evangelio falso, ponen más énfasis en sus experiencias que en lo que establecen las Sagradas Escrituras. Se debe verdaderamente creer en la doctrina de la suficiencia de las Escrituras. Estos nos permitiría comprender que nuestras experiencias no deben regir nuestras convicciones; sino que más bien, nuestras experiencias deben ser reguladas por nuestras convicciones basadas en la Biblia. Para todo lo que creemos y hacemos deberíamos tener un capítulo y un versículo. No solo es si se encuentra algo en la Biblia, porque es muy obvio que las Escrituras sí mencionan el don de lenguas. Lo importante es también saber aplicar una hermenéutica adecuada y responsable para saber lo que aplica para hoy en día, y lo que no aplica para nuestros días. No tenemos el derecho de interpretar la Biblia a nuestro antojo.

Conclusión

Si estás en una congregación donde se enfatiza y se practica el don de lenguas, necesitas buscar una iglesia bíblica. Busca reunirte con cristianos que se gobiernan únicamente por lo que dicen las Escrituras. Enseñar todo lo que practicaban las personas que aprendían del predicador Parham es anunciar un evangelio falso. Pablo enseñó sobre la gravedad de predicar el evangelio falso. “Si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gál. 1:8). No permanezcas en el engaño. Permite que el Espíritu de verdad te guíe a la verdad.

Si estás en una iglesia donde se tiene la convicción bíblica de que el don de lenguas ha cesado, cambia tu actitud. Muchas veces como cristianos podemos ser arrogantes y perezosos porque conocemos la verdad. Creemos ser los mejores y dejamos de trabajar porque practicamos lo que enseña la Biblia. La verdad debe hacer todo lo contrario en nosotros. La verdad debe humillarnos y debe motivarnos a ser diligentes.


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