Ensayos

Sola Scriptura: Doctrina Defendida por Martín Lutero

David Alves Jr.

Introducción 

La Teología de la Reforma pone mucho énfasis en lo que se conoce como “Las Cinco Solas”. Estas son cinco posturas bíblicas que se consolidaron en las mentes de diferentes hombres que Dios levantó durante el tiempo de La Reforma. “Las Cinco Solas” son las siguientes: Sola Scriptura (“Solo por medio de las Escrituras”), Sola Fide (“Solo por medio de la fe”), Sola gratia (“Solo por medio de la gracia”), Solus Christus (“Solo por medio de Cristo”) y Soli Deo Gloria (“Solo a Dios la gloria”). Estas directrices basadas en la Biblia y guiadas por el Espíritu Santo quien siempre guía a la iglesia a comprender la verdad, fueron grandemente usadas por Dios para que se propagara el verdadero evangelio de Jesucristo después de muchos años de oscurantismo espiritual. 

El enfoque de este documento es en la primera “sola” mencionada, la cual es: Sola Scriptura. Esta doctrina subraya la gran verdad de que únicamente la Palabra de Dios es la autoridad que rige al pueblo del Señor que es su iglesia. Sola Scriptura fue la doctrina que definió el movimiento de La Reforma y lo que dio lugar a que se pusieran en práctica las demás “solas”. James Montgomery Boice señaló lo siguiente en cuanto a lo que los reformadores entendían en relación a Sola Scriptura: “Solo la Biblia es nuestra autoridad última: no el Papa, no la Iglesia, no las tradiciones de la Iglesia o los concilios de la Iglesia, y mucho menos las insinuaciones personales o los sentimientos subjetivos, sino solo la Escritura”.1 Uno de los debates centrales de La Reforma fue definir cuál era la autoridad que estaba por encima de iglesia. Roma insistió que era el Papa y los concilios; los protestantes aseguraban que solo era la Palabra de Dios. 

Uno de los mayores proponentes de esto fue un fraile agustino que se convirtió al Señor llamado Martín Lutero. El tema de Sola Scriptura se considerará a través de la vida de este personaje de La Reforma que Dios usó grandemente para su gloria. Se trazará de manera histórica cómo fue que el Señor usó la doctrina de Sola Scriptura para que Lutero llegase a conocer el verdadero evangelio. Se demostrará también cómo fue que Lutero fue afianzándose en cuanto a esta enseñanza con distintas experiencias que él tuvo. Sin duda fueron el resultado de la perfecta providencia de Dios quien gobierna plenamente cada una de nuestras vidas. De igual forma se delinearán las distintas conclusiones sobre Sola Scriptura a las que llegó Lutero a través de su estudio de la Biblia.

Sola Scriptura y la conversión de Lutero 

I. La invención de la imprenta 

No se puede minimizar la importancia de la invención de la imprenta para que Lutero y muchos más pudiesen conocer que la justificación es por la fe y no por la obras de la ley. Dios usó a Johannes Guttenberg para que él inventase la prensa en 1450. Guttenberg fue una pieza clave para que muchos leyesen las Sagradas Escrituras porque imprimió la traducción conocida como “La Vulgata Latina de Jerónimo”. Esto terminaría de impactar la vida de Lutero en gran manera, porque le permitiría leer la Palabra de Dios en toda su pureza, sin la imposición de lo que dictaban el papa y los concilios de la iglesia. 

II. El profundo interés de Lutero por leer la Biblia

Michael Horton en su libro El Legado de Lutero, registra lo siguiente en cuanto a los acercamientos que este reformador tuvo hacia la Biblia.2 La primera Biblia que vio fue en la biblioteca de la universidad de Erfurt donde estudió por un tiempo. Al terminar sus estudios allí, en vez de estudiar la carrera de Derecho como lo hubiese querido su padre, decidió ir al seminario para convertirse en un fraile agustino en 1505. En su primer año en el monasterio se le dio una Biblia, pero después le fue quitada para que se enfocase en el estudio de otras materias. Años después se lamentaría no haber podido leer las Escrituras antes de que lo comenzase a llevar a cabo.

Lutero escribió al respecto: “Si hubiera perseverado, habría llegado a ser extraordinariamente bueno localizando cosas en la Biblia. En aquel entonces, ningún otro estudio me complacía tanto como la literatura sagrada. Leía física con gran aversión, y mi corazón se llenaba de alegría cuando llegaba el momento de volver a la Biblia… La leía con diligencia. A veces, una sola afirmación ocupaba todos mis pensamientos durante un día entero”.3 

Algo que marcaría profundamente a Lutero fue que el abad del monasterio donde estaba, Johann von Staupitz, escribió un tratado donde él defendía la predestinación y la salvación siendo únicamente a través de la gracia de Dios. También se caracterizó por animar a los monjes a que estudiasen la Biblia diariamente. Esta influencia sería increíblemente impactante en la vida de Lutero. 

III. La luz de la Palabra de Dios despoja a Lutero de su ceguera 

Al haber sido ordenado Lutero como monje comenzó a leer la Biblia más ávidamente. Al pasar el tiempo perdió una conexión con Cristo como Salvador y con el Espíritu Santo como el Consolador. Al leer sobre la justicia de Dios, hizo al Señor el carcelero y el verdugo de su alma. Este atributo de Dios lo relacionaba únicamente con él condenando a los pecadores. Era algo que le aterraba. Esto hizo que él pasara mucho tiempo buscando maneras en las que él pudiese ser aceptado por Dios. 

Staupitz envió a Lutero a la universidad de Wittenberg para que estudiase la Biblia. Lutero se enfocó en hacer eso mismo y en enseñar las Escrituras. Esto no era común en aquellos tiempos. Obviamente Dios lo obró así para que Lutero fuese expuesto a la sana doctrina. El Señor obró poderosamente en el corazón de Lutero al leer los primeros tres capítulos de Romanos. Fue impactado por la justicia de Dios que condena al hombre, pero que también puede serle imputado a través de la fe para que deje de estar condenado delante de él. Lutero creyó en el Señor Jesús y gozó ser justificado de sus pecados. El evangelio había removido su ceguera. 

Tiempo después escribiría sobre dicha experiencia: “Medité día y noche hasta que… comprendí la verdad. Entonces sentí que renacía y que había entrado al paraíso por las puertas abiertas. Toda la Escritura adquirió un nuevo significado, y si antes la ‘justicia de Dios’ me llenaba de odio, ahora se volvía para mí indescriptiblemente dulce, con un amor aún mayor. Este pasaje de Pablo se convirtió para mí en una puerta al cielo”.4

Tomado de Haven Today

Sola Scriptura y el crecimiento de Lutero 

Después de que Lutero se convirtió, él comenzó a entender la Biblia con mucha más libertad y claridad. A pesar de que había mucha confusión a su alrededor, Lutero se fue afianzando en su convicción de que era a través de las Escrituras que el Señor le hablaba. Fue comprendiendo que nadie podía disuadirle sobre lo que iba aprendiendo de la Biblia. Aprendió que debía llevar todas sus preguntas a las Escrituras para poder encontrar la respuesta. Carlos M. N. Eire lo señala tan acertadamente: “El principio de Sola Scriptura llevó a Lutero a examinar toda la teología y la piedad según su interpretación de la Biblia y a rechazar todo lo que juzgara como no bíblico”.5

I. Disputa en Leipzig

En una disputa que se llevó a cabo en Leipzig en 1519, Lutero escuchó que Johann Eck dijo que las Escrituras son oscuras y que difícilmente podían ser lo que guiara a la iglesia. Eck dijo que las Escrituras no eran auténticas y que su autoridad residía únicamente en la Iglesia Romana.6 Lutero, aunque no era el que estaba debatiendo a Eck, él aprovechó la oportunidad para responder a esas aseveraciones, diciendo que los papas y los concilios se equivocaban y se contradecían en lo que decían. También recalcó que la Palabra del Señor es clara, sin contradicción y sin error. Su posición sobre la autoridad de las Escrituras le resultaron ser acusado de ser seguidor de Jan Hus y comenzó a ser considerado como siendo un hereje. 

II. Dieta de Worms 

En 1521 Lutero fue ordenado por Carlos V a que acudiese a una dieta en Worms, donde se trataría lo que él estaba señalando en cuanto a las enseñanzas de Roma. Lutero condenaba que la Iglesia Romana exigiese las indulgencias y rechazaba rotundamente la autoridad del papa. En la dieta se le exigió que renunciara a todo lo que había dicho y escrito en contra de la Iglesia Católica. Lutero explicó que lo enseñado por Roma contradecía lo que se había creído a lo largo de la historia de la Iglesia y lo establecido en el Concilio de Nicea. De acuerdo a este siervo de Dios, lo peor era que contradecía lo que decían las Escrituras.7

Lutero también respondió diciendo algo que exhibe claramente su postura en cuanto a Sola Sciptura: “A menos que me convenza el testimonio de las Escrituras o una razón clara (pues no confío solo en el papa ni en los concilios, pues es bien sabido que a menudo han errado y se han contradicho), estoy obligado por las Escrituras que he citado y mi conciencia está cautiva a la Palabra de Dios. No puedo ni me retractaré de nada, ya que no es ni seguro ni correcto ir en contra de la conciencia. No puedo hacer otra cosa, aquí estoy, que Dios me ayude. Amén”.8

III. Traducción de las Escrituras al alemán

Después de la Dieta de Worms, Lutero fue llevado por amigos suyos a un castillo en Wartburg donde sería escondido, ya que era evidente que Roma quería silenciarle de una manera u otra. Al estar allí por unos diez meses, Lutero se dio a la tarea de traducir las Escrituras al alemán, su idioma natal. Esta es una clara muestra de lo importante que era para él lo enseñado en Sola Scriptura. Su anhelo era que sus compatriotas pudiesen leer la Palabra autoritaria de Dios y pudiesen así descubrir la verdad. Deseaba que las personas laicas pudiesen percatarse de lo corrompido que estaba el clero. Esto sería fundamental para que se propagara por gran parte de Europa las grandes verdades representadas en “Las Cinco Solas”.  

Las siguientes palabras de Lutero denotan la importancia que él le daba a la Biblia, y la importancia que él quería que muchos más también le dieran. “La Sagrada Escritura, es el mejor y más elevado Libro de Dios, lleno de consuelo en toda clase de pruebas y tentaciones; pues enseña sobre la fe, la esperanza y el amor de una manera mucho más amplia de lo que la razón y el entendimiento humanos pueden comprender. Y en tiempos de tribulaciones y aflicciones, enseña cómo estas virtudes deben brillar y resplandecer; enseña, también, que después de esta vida pobre y miserable hay otra que es eterna y perdurable”.9

IV. Debate con Erasmo 

Algo que de igual manera ayudó a Lutero a afirmar su convicción sobre Sola Scriptura, fue el debate que tuvo con Erasmo de Rotterdam. Este humanista del Renacimiento alegó que no se debía debatir sobre doctrina, sino que el enfoque debía ser en seguir a Jesús. Esto lo determinó al pensar que la Biblia no era clara sobre temas como la predestinación y la justificación. Erasmo enseñaba que las personas debían más bien enfocarse en la vida simple y piadosa que fue enseñada por Jesús. Lutero en su disertación titulada “La Esclavitud de la Voluntad”, le respondió a Erasmo diciendo: “El Espíritu Santo no es un escéptico, ni lo que ha escrito en nuestros corazones son dudas u opiniones, sino afirmaciones más ciertas y más firmes que la vida misma y toda la experiencia humana”.10 

Sola Scriptura y las conclusiones de Lutero 

I. La interpretación de las Escrituras 

Lutero comprendía que la Palabra de Dios es superior a todo porque proviene del Espíritu Santo. Estaba tan convencido de esto, que él consideraba que el carácter de Dios estaba en juego si se dudaba sobre el carácter de las Escrituras. Creía firmemente en la inerrancia de las Escrituras. Determinó que es solo la Biblia la que establece los artículos de fe. Lutero también enseñó que la Escritura es clara. Para él era incomprensible decir que las páginas sagradas están llenas de oscuridad. En una ocasión él dijo: “Que los hombres miserables dejen de imputar, con blasfema perversidad, la oscuridad y negrura de su propio corazón a las claras Escrituras de Dios”.11 

El reformador también promovió que la Biblia se interpretara de acuerdo al “sensus literalis”. No estaba de acuerdo con que se alegorizara todo. Creía que la Biblia debía interpretarse literalmente. Su conversión le permitió entender que las alegorías “no son nada, que lo que importa no es lo que Cristo significa, sino lo que Cristo es”.12 Con esto en mente, también debería señalarse que para Lutero, la Biblia debía estudiarse teniendo siempre en mente que Cristo es la médula de todo pasaje. Para él, si Cristo no era predicado, eso no era realmente predicar. 

II. La iluminación del Espíritu Santo a través de las Escrituras 

Cuando la Iglesia Católica enseñaba que solo los sacerdotes podían interpretar las Escrituras, Lutero estaba convencido de que el Espíritu Santo tenía la habilidad para iluminar a los lectores y así permitir que ellos entendiesen lo que estaban leyendo. Esto lo vemos en las siguientes palabras dichas por Lutero: “El Espíritu Santo, no se adquiere rompiendo imágenes ni por ninguna otra obra, sino únicamente mediante el evangelio y la fe. Es decir, el Espíritu nos llega por la Palabra (Sola Scriptura) y la fe (Sola Fide), no por nuestras obras, sino por gracia (Sola Gratia)”.13

III. La exposición de las Escrituras 

Lutero ejemplificó la verdad de la Sola Scriptura al enfatizar lo importante que es la enseñanza de las Escrituras en la iglesia. Su deseo era que congregaciones basaran sus enseñanzas únicamente en la Palabra infalible de Dios. Hizo ver que realmente creía en la suficiencia de las Escrituras al enseñarlas expositivamente. Pasó años enseñando la Biblia libro por libro, capítulo por capítulo, versículo por versículo. Para Lutero, un buen maestro era aquél que estaba exclusivamente asentado sobre la Biblia.14 Al pasar de los años, al preguntársele a Lutero sobre cómo pudo ver que se llevara a cabo La Reforma, él contestó diciendo que no había sido él, sino que todo se había logrado por el poder que tienen las Escrituras.15

Conclusion 

No cabe la menor duda de que Martín Lutero vivió convencido de la doctrina de Sola Scriptura. Fue algo que comprendió al haberse convertido y algo sobre lo cual fue profundizando a través de los años. A pesar de que esto le costó ser señalado, acusado falsamente y rechazado; Lutero sacrificó mucho por defender la gran verdad de que es solo la Palabra de Dios la que tiene autoridad sobre la Iglesia de Jesucristo. Sin duda alguna, Lutero pudo lograr todo lo que hizo por medio de la gracia de Dios en su vida y todo fue para la honra del Dios a quien él sirvió tan fielmente. 

Los cristianos de la actualidad deben agradecerle al Señor por el legado que dejó Lutero. Hoy en día abundan las falsas doctrinas por no darle a la Biblia el lugar que debe tener. Todo creyente debe afirmarse sobre las Escrituras y respetar la autoridad que estas tienen. Dios quiere ver iglesias bíblicas que verdaderamente honren su Palabra para que realmente vivan alabando el Nombre de su Hijo. Si no se hace el énfasis que Lutero hizo en cuanto a Sola Scriptura, se vivirán tiempos de gran confusión. Si la Iglesia cree y practica lo que enseña esta doctrina, se podrán observar congregaciones que exaltan al Señor de la manera en la que él lo merece. 

  1. James Montgomery Boice, Whatever Happened to the Gospel of Grace? Recovering the Doctrines That Shook the World (Wheaton, IL: Crossway, 2001), 32. ↩︎
  2. Michael S. Horton, «Sola la Escritura: La Doctrina de Lutero Sobre la Escritura», The Legacy of Luther, eds. R.C. Sproul y Stephen J. Nichols (Orlando, FL: Reformation Trust Publishing, 2016), 103.  ↩︎
  3. Michael S. Horton, The Legacy of Luther, 103.   ↩︎
  4. Martín Lutero, Works of Martin Luther, vol. #54 (Minneapolis, MN: Fortress Press; St. Louis: Concordia Publishing House, 1957-1986), 14. ↩︎
  5. Carlos M.N. Eire, Reformations (New Haven, CT: Yale University Press, 2016), Kindle, 173. ↩︎
  6. Don Kistler, ed., Sola Scriptura: The Protestant Position on the Bible (Orlando, FL: Reformation Trust Publishing, 2009), 19. ↩︎
  7. Steven J. Lawson, Pillars of Grace: AD100-1564 A Long Line of Godly Men (Orlando, FL: Reformation Trust Publishing, 2011), 288. ↩︎
  8. Steven J. Lawson, Pillars of Grace, 289. ↩︎
  9. Martín Lutero, The Collected Works of Martin Luther (s.l., ¿?), Kindle, 3,380. ↩︎
  10. Michael S. Horton, The Legacy of Luther, 107. ↩︎
  11. Michael S. Horton, The Legacy of Luther, 110. ↩︎
  12. Martín Lutero, Works of Martin Luther, vol. 54, 46. ↩︎
  13. «Modern Reformation», Russell Dawn, 28 de Febrero de 2015, https://www.modernreformation.org/resources/essays/martin-luther-on-the-holy-spirit-a-lesson-in-sticking-to-the-basics. ↩︎
  14. Martín Lutero, The Collected Works of Martin Luther, 3,382. ↩︎
  15. «Concordia Seminary St. Louis», Eric Herrmann, 21 de Marzo de 2017, https://www.csl.edu/2017/03/luther-the-word-did-everything/ ↩︎

Dejar un comentario