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David Alves Jr.

1. Lee más libros

Hay un sin fin de libros que de una o de otra manera te ayudarán. Lee historia, geografía, filosofía, literatura clásica, teología y mucho más. Necesitamos varones que sean cultos. La iglesia requiere de varones que los libros les hayan abierto sus mentes y el panorama. La lectura de libros te ayuda a pensar de manera lógica y coherente. Te ayuda a expresarte de una manera más efectiva. Hace que expandas tu vocabulario y puedas comunicarte mejor.

Proponte leer un libro por mes para comenzar. El año que sigue puedes fijarte la meta de leer un libro por semana. Esto requerirá que sacrifiques tiempo y dinero, pero valdrá la pena. Un buen lector no puede hacer todo ni puede tenerlo todo. Tendrás que dejar de gastar en ciertas cosas para invertir en libros. Tendrás que deja de usar tu tiempo para ciertas cosas para poder pasar tiempo leyendo.

Te recomiendo ampliamente comenzar con los siguientes libros que están disponibles en español para que los leas a través del 2024.

• La Gloria de Cristo (John Owen)
• La Supremacía de Dios en la Predicación (John Piper)
• La Santidad de Dios (R.C. Sproul)
• Santidad (R.C. Ryle)
• La predicación y los predicadores (Martyn Lloyd-Jones)
• Depresión Espiritual (Martyn Lloyd-Jones)
• Conocer a Dios (J.I. Packer)
• Remedios Preciosos contra las Artimañas del Diablo (Thomas Brooks)
• La Mortificación del Pecado (John Owen)
• El Misterio de la Providencia (John Flavel)
• La Sombra del Todopoderoso (Elizabeth Elliot)
• Los Afectos Religiosos (Jonathan Edwards)

2. Estudia la Biblia más

Horarios de trabajo, responsabilidades en la familia y las actividades de la iglesia limitan el tiempo, pero la iglesia está muy necesitada de verdaderos estudiantes del Libro de libros. El estudio de la Biblia no es solo para los que predican la Palabra a tiempo completo. El estudio de la Biblia es para todo creyente. La orden del Señor es: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15).

Estudia la Biblia más para conocer a Dios y para tener un andar más cercano a Él. No estudies para preparar una prédica o para poder participar en un estudio bíblico. La iglesia requiere de hermanos que más allá de poder predicar, sean varones que conocen a Su Dios.

Comienza con un libro que sea breve. Por ejemplo: 1 Tesalonicenses, Tito o 3 Juan. Léelo varias veces. Trata de notar palabras claves y temas recurrentes. Después estúdialo por sección. La Biblia se estudia haciéndole preguntas al texto. Pregúntale al texto: ¿A quién está dirigido? ¿Qué significado tuvo este pasaje para los cristianos quienes recibieron este libro? ¿Por qué el texto aparece en este orden? ¿Cómo me puede ayudar el mismo libro y el resto de la Biblia para comprender este versículo?

3. Predica de manera expositiva

Hemos abusado de la enseñanza temática. No nos ha hecho bien acostumbrarnos a enseñar la Biblia al tomar 3, 4 ó 5 versículos en diversos libros de la Biblia. Me gustaría ver a más hermanos enseñando la Biblia de manera expositiva. Esto es tomar un solo pasaje e ir dándole su sentido al analizar cada palabra y cada frase en el contexto en donde se encuentra.

Creo firmemente que la predicación expositiva de la Biblia es la manera más efectiva de enseñar la Palabra del Señor. Estas son algunas de mis razones:

i. Enseñar de manera expositiva es seguir el orden en el que el Espíritu Santo nos dio Su Palabra.

ii. Enseñar de manera expositiva nos permite enseñar con frescura y no recaer en el mismo material de siempre. ¿Por qué hay pasajes que son tabú entre nosotros? ¿Dónde están los hermanos que enseñen Job, Lucas, Habacuc y 2 Corintios? Propónte que cada vez que tengas la oportunidad de enseñar. lo harás de un mismo libro hasta considerarlo todo.

iii. Enseñar de manera expositiva exige más del que enseña. Hilar cuatro versículos sobre el amor y hablar y hablar es fácil. Tomar una porción y darle su interpretación es más exigente. Creo que por esa razón la enseñanza temática es tan común.

iv. Enseñar de manera expositiva anima a uno a practicar la exégesis. Le motiva a uno a darle a un texto el sentido que el pasaje tiene. La enseñanza temática promueve la eiségesis, lo cual es darle a una porción el sentido que uno quiere.

v. Enseñar de manera expositiva ayuda a los hermanos a ponerlo en práctica en sus hogares al leer y estudiar la Palabra del Señor. Esto resultará en que hayan más hermanos y hermanas que puedan interpretar acertadamente la Biblia.

4. Sé mejor líder

Como varones tenemos la responsabilidad de ejercer liderazgo en los distintos ámbitos de la vida. Hombres masculinos que cumplen con sus responsabilidades son varones que glorifican a Dios. Fíjate como meta ser mejor empleado, esposo, padre, pastor, diácono, maestro, evangelista.

Nuestra sociedad quiere que permanezcas en la adolescencia. Normaliza que te vistas como adolescente. Normaliza que uses tu tiempo para cosas triviales como el deporte y los videojuegos. Normaliza que sigas dependiendo de tus padres.

Esta ideología puede impedirte llegar a tu máximo potencial para agradar a Dios como hombre. Tu familia y tu iglesia requieren de varones que sean líderes en el buen sentido de la palabra. Son muchas las responsabilidades las que tenemos y están llenas de complicaciones, pero Dios te ayudará a cumplir con ellas para Su honra y gloria.

Haz cambios para que seas un mejor líder. Administra mejor tu tiempo. Inviértele tiempo a tu esposa e hijos. Remueve actividades de tu vida que no te traen provecho. Busca maneras de servir a los demás de acuerdo al don que Dios te ha dado. Sé cumplido, ordenado, disciplinado, responsable, leal.

5. Sé congruente

Quizás porque somos varones y tenemos ciertas responsabilidades que Dios nos ha dado, pero creo que la incongruencia es vista más fácilmente en los varones que en las mujeres. Es una de nuestras debilidades no concordar con lo que decimos y con lo que hacemos. Somos una cosa en la casa y otra cosa en el trabajo. Somos una cosa en la iglesia y otra cosa en nuestra vida cotidiana. Enseñamos algo a los demás de la Biblia pero no damos ejemplo de lo que hemos expuesto. Hay tanto orgullo en nosotros que no vemos nuestras faltas, sino solo las que tienen los demás. Podemos llegar a estar tan desorientados que pensamos poder decirle a los demás cómo deben vivir para el Señor, cuando no podemos primero hacerlo con nuestra propia familia ni con nosotros mismos. Hombres de Dios son hombres congruentes. Son lo mismo en lo público que en lo privado. Estos son los varones que debemos aspirar ser.

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