Historias de la Gracia de Dios

Juan Calvino: Un Comprometido con la Enseñanza Expositiva

David Alves hijo

Juan Calvino nació en Francia en el año 1509. Vino a este mundo veintiséis años después de que lo hizo Martín Lutero. Calvino tenía ocho años de edad cuando Lutero fijó sus protestas sobre la puerta de la catedral en Wittenburg, Alemania. Esto fue una de las cosas que Dios usó para llevar a cabo La Reformación.

Calvino fue hijo de padres católicos. Su padre era administrador en la iglesia católica. Él hizo la promesa de que su hijo sería parte del liderazgo. A los once años ya tenía un salario por el cargo que desempeñaba. Era un estudiante muy capaz. Comenzó a estudiar teología a los catorce años para preparase para ser sacerdote.

Su padre tuvo una diferencia con el obispo, y esto resultó en que su hijo Juan fuese retirado de sus estudios teológicos, para estudiar Derecho. También estudió literatura clásica. Dios usaría sus estudios para poder enseñar las Escrituras.

En 1533 siendo un estudiante, se convirtió a Dios. Conoció el evangelio puro por medio de su maestro de griego. Esto fue a los catorce años de edad. Describe cómo estaba tan endurecido por lo aprendido en la fe católica y cómo Dios lo humilló y quebrantó para creer en el Señor Jesucristo.

Comenzó a enseñar la palabra por toda Francia. Conoció a un hombre con una vasta biblioteca y se dedicó a la lectura y al estudio. Era un hombre introvertido; contrario al carácter de Martín Lutero.

A los veinticinco años de edad, unos años después de haberse convertido, escribió la “Institución de la Religión Cristiana”. Se convirtió en la teología sistemática más reconocida de su tiempo. En esos tomos, se dirigió al rey de Francia, por la persecución causada por la iglesia católica a los cristianos. Explica la fe cristiana para tratar de hacer ver por qué deberían dejar de perseguir a los cristianos.

Viajando en Francia, hubo un bloqueo, y esto resultó en que conociera a un evangelista de Ginebra en un mesón. Este hombre lo animó con insistencia a ir a enseñar la palabra en Ginebra porque la iglesia allí necesitaba a un maestro. Inicialmente, Calvino se rehusó completamente a esta petición; pero después tuvo que rendirse ante la voluntad Dios para aceptar tal invitación.

Lo primero que hizo fue establecer el requisito de que hubiese pureza para poder participar de la mesa del Señor. Si no había pureza, se tendría que poner en práctica la disciplina en la iglesia. Los genoveses no lo aceptaron y corrieron a Calvino.

Después predicó en Strasbourg. Allí conoció a la que sería a su esposa. Al estar ahí, los de Ginebra le escribieron para que le ayudaran a escribir un documento en el que defendían su fe ante la iglesia católica. El documento enfatizaba que todo lo que hacemos como cristianos es para la gloria de Dios. Detalló cómo el evangelio puro glorificaba a Dios. Con esto documento, se dieron cuenta de que se habían equivocado al correrlo de allí, y entonces le invitaron a regresara. Aunque no quería, regresó a Ginebra.

Al regresar, enfatizó el deseo de que hubiese orden en la iglesia. Mostró que los enemigos de la iglesia, no eran ni el Papa ni sus siervos, sino cristianos malos. Deseó que se obedeciera la Biblia, específicamente en que hubiese disciplina en la congregación. Volvió a tener mucha oposición por las cosas bíblicas que quería implementar. En una ocasión, enfrentó a hombres libertinos que entraron a la cena del Señor con espadas porque no tenían permitido participar por el pecado que practicaban. Calvino arriesgó su vida al impedírselos, confrontándolos en su perversa intención. Él también sufrió todo tipo de oposición, insultos, disparos, etc…

Sobresale como expositor de la Biblia. Desde 1549, predicó Domingo en la mañana y en la noche, y todos los días entre semana en la mañana a las 6:00 am. Predicaba versículo por versículo el Antiguo y el Nuevo Testamento. Normalmente su exposición se enfocaba en un promedio de cinco versículos por prédica. Estaba comprometido a presentar todo el “consejo de Dios”. Esto puede ser claramente visto en la siguiente lista.

Libros considerados y el número de prédicas por libro:

Génesis (123)
Deuteronomio (200)
1 Samuel (107)
2 Samuel (87)
Job (159)
Salmos (72- hubieron más pero por una crisis se vendió el papel)
Salmo 119 (22)
Isaías (353)
Jeremías (91)
Lamentaciones (23)
Ezequiel (174)
Daniel (47)
Oseas (65)
Joel (17)
Amos (43)
Abdías (5)
Jonás (6)
Miqeas (20)
Sofonías (17)

1 Corintios (110)
2 Corintios (66)
Hechos (189)
Gálatas (43)
Efesios (48)
1 y 2 Tesalonicenses (46)
1 Timoteo (55)
2 Timoteo (31)
Tito (17)
Evangelios (Murió enseñándolos)

Imagen tomada de bio.biography.com

Calvino también escribió comentarios sobre la gran mayoría de los libros de la Biblia. Aproximadamente 75 por ciento de los libros.

Pasaba a predicar con la Biblia en griego o en Hebreo y lo traducía al ir leyendo o predicando en francés.

Participó en la traducción de la Biblia de Ginebra.

Creía en “Sola Scriptura” pero también en “Tota Sciptura”. Consideraba que únicamente las Escrituras son inspiradas por Dios y poseen autoridad divina. De igual manera creía en que todas las Escrituras debían ser enseñadas. Esto lo demostró al enseñar línea por línea casi toda la Biblia a lo largo de su vida.

Calvino también mostró tener una gran visión evangelística. Participó en el envío de más de cien hombres a predicar el evangelio por todo el mundo. Eran hombres que él había enseñado y discipulado. Les enseñaba tres veces por semana. Llenó a su país natal de predicadores para predicar en secreto por la gran oposición que había. Enseñaba a sus estudiantes en latín. Franceses huían de su país, venían a Ginebra; pero al escuchar el poder del Espíritu en las prédicas de Calvino, se llenaban de la convicción de que debían regresar a su país a predicar lo mismo, sabiendo que les podía costar su vida. Su escuela comenzó a conocerse como la “escuela de la muerte”. Se estima que más de un millón de franceses se convirtieron. Se calcula que se establecieron más de dos mil iglesias en Francia; lo mismo ocurrió en otros países europeos, y hasta países como Brazil.

Influenció grandemente a hombres como John Knox que lideraría La Reformación en Escocia.

Al envejecer, se complicó mucho salud (líquido en pulmones, piedras vesícula, hemorroides, migrañas, escupía sangre, cólicos). Lo cargaban por las calles para llegar a donde predicaba delante de su congregación para después ser llevado a su cama en su hogar.

Murió en el año 1564 a la edad de cincuenta y cinco años. Vivió para Dios por treinta y un años. El domingo pasado se cumplieron cuatrocientos cincuenta y nueve años de su partida.

El logo que distinguía Juan Calvino era una mano abierta con un corazón. Era un corazón siendo ofrecido a Dios. En la parte inferior decía: “Mi corazón de doy a ti, oh Señor, prontamente y sinceramente”.

Hay cosas en las que difiero con Juan Calvino. Pero eso no quiere decir que no podamos glorificar a Dios por la vida de este varón y darle gracias a Dios por todo lo que hizo a través de su vida. Una de las maneras en las que quiero emular a Calvino es su compromiso de enseñar la Biblia de manera expositiva. Esta debe ser una práctica común en las iglesias. Si la Biblia se enseñara versículo por versículo y libro por libro; las congregaciones serían más conocedoras, más adoradoras y más devotas a Dios.

3 comentarios en “Juan Calvino: Un Comprometido con la Enseñanza Expositiva”

  1. Hola hermano saludos en fe del señor hermano quería pedirle el favor que agregara este correo en su lista de contacto para que nuestra hermana en cristo pueda resivir también la página de gracias más gracias. Este es el correo: francismundo2021@gmail.com Agradeciendo su gentileza esperando volvernos al ver en el señor que el señor le bendiga..

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  2. Gracias a Dios por éste artículo. Se hace justicia un innegable siervo de Dios. Calvino es el instrumento, usado por el Señor Jesucristo, para rescatar doctrinas vitales como la Cena del Señor y los símbolos, la elección, la disciplina y la santidad, entre otras perdidas en las tinieblas del Romanismo. Que se equivocó en la forma en se llevó el proceso contra Servet, que algunos de sus actuales discípulos nieguen que junto a la soberanía de Dios camine la responsabilidad humana no quita el gran servicio que prestó sincera y adnegadamente a Su Señor y Salvador. Rescatemos lo mejor de éste santo y emulemos su fe. Dios los siga bendiciendo mi hermano.

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