David Alves Jr.
Abel, como sombra de Cristo:
I. El nombre “Abel” significa “aliento, vapor.” Su muerte a una edad joven corresponde al significado de su nombre.
Cristo murió al estar en el vigor de sus años, quizás tenía unos treinta y tres. “Fue cortado de la tierra de los vivientes…” (Isa. 53:8).
II. Caín trabajó la tierra, Abel pastoreó ovejas.
En la Biblia, encontramos muchos pastores, pero ninguno se compara con Cristo. Él es el “Buen Pastor” (Jn. 10:14), el “Príncipe de los pastores” (1 Pe. 5:4) y “el Gran Pastor de las ovejas” (Heb. 13:20).
III. Abel ofreció a Dios “de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas.” (Gén. 4:4). Dios miró con “agrado a Abel y a su ofrenda…”
El Señor Jesucristo siempre deleitó el corazón de Su Padre, como nadie jamás lo ha hecho, “y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” (Ef. 5:2)
IV. Abel murió a mano de su hermano Caín por el deseo que tenía de agradar a Dios. Si Esteban es el primer mártir del Nuevo Testamento, Abel es el primero en toda la Biblia.
Nadie ha sufrido tanto en su intento por obedecer a Dios como Su propio Hijo. Lo vemos “haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Fil. 2:8)
V. La sangre de Abel sobre la tierra clamaba a Dios venganza.
La copa que beberemos representa la sangre de nuestro Salvador. A diferencia de Abel, la sangre de Cristo derramada hace dos mil años, clama a Dios perdón y misericordia.
