Cristo en toda la Biblia

Metas para un Año Nuevo

David Alves Jr.

Hay algo singular que sucederá este año, si Dios lo permite. El 2017 inició un día Domingo y concluirá con el mismo día. Dios nos concederá, en Su voluntad, el gozo y el privilegio de terminar el año, como lo hemos comenzado, haciendo memoria de Su Hijo.

El Domingo es especial para Dios, al haberse llevado a cabo eventos muy importantes en ese día de la semana, y por lo tanto, debe ser igual para nosotros. Es el único día de la semana, en nuestros tiempos, el cual Dios ha nombrado. Es llamado el “día del Señor” (Ap. 1:10). Seguimos correctamente la práctica de los apóstoles, al llevar a cabo la Cena del Señor o el Partimiento del pan cada primer día de la semana (Hch. 20:7). De esta manera, obedecemos el mandamiento del Señor de hacer memoria de Sus sufrimientos a través del pan y de la copa (1 Cor. 11:23-26).

Quizás para el 2018, podemos proponernos con la ayuda del Señor:

1. Congregarnos en una iglesia que celebre la Cena del Señor de manera semanal (Hch. 2:42).
2. Estar presente en las 52 ocaciones en que se hará memoria de nuestro Señor en el año entrante (Heb. 10:25), Si Él aún no ha venido.
3. Buscar la reconciliación con alguien que he ofendido o que me ha ofendido (Mat. 5:23, 24; 18:15).
4. Examinar nuestra conducta en la semana y confesar pecado (1 Corintios 11:27-32).
5. Prepararme a lo largo de la semana para participar con frescura y variedad en la Cena del Señor. Pudiera ser con una alabanza, oración o lectura de la Palabra (1 Cor. 14:26).
6. Lo que demuestro en el Partimiento del Pan, al obedecer y agradar al Señor, mostrarlo durante la semana, donde quiera que me encuentre (Hch. 6:3).

Todo eso lo podremos lograr, si con la ayuda de Dios, somos constantes y no perdemos a Cristo de nuestra vista. Él es el mejor ejemplo de alguien que hizo todo con determinación y dedicación aún cuando le iba a costar mucho. La Biblia describe eso en nuestro Señor utilizando el pedernal como ejemplo.

En el mes de Noviembre, en una visita que hice a los hermanos en Nicolás Bravo, Quintana Roo, ellos me mostraron la piedra que es llamada pedernal y pude comprobar por primera vez lo duro que es.

Isaías predijo que Cristo pondría Su rostro como un pedernal (Isa. 50:7). Le esperaba la vergüenza y el dolor de la cruz, pero Él, dice Lucas: “afirmó Su rostro para ir a Jerusalén.” (Luc. 9:51). En un nuevo año que inicia, sin duda recibiremos muchas bendiciones de Dios, pero también pasaremos por muchas angustias. Seamos como Cristo y no permitamos que nada nos estorbe de disfrutar semanalmente la Cena del Señor y de servirle a Él todo el año o hasta Su pronta venida.

https://unsplash.com/@pascalvendel

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s