Himnología

Himnología: A ti, Pecador, Dios Llamándote Está

David R. Alves

Twin Lights, Highlands

Un mejor entendimiento del contenido de los himnos cristianos que cantamos y, en ocasiones, la circunstancias en que se escribieron, además de las vidas y las épocas de los escritores y compositores, enriquecen el espíritu y el entendimiento personal del creyente (1 Corintios 14:15), al igual que su conversación con otros (Efesios 5:19). Con este afán, consideremos primeramente este himno tan apropiado en la predicación del evangelio.

A ti, pecador, Dios llamándote está.
¿En vano le dejas llamar?
Llamó cuando en calma tu viaje iba bien, llamó en la tormenta del mar.

¡Oh vuélvete ahora, navega hacia el puerto! pues Cristo es el ancla allá.
Millones viajando sin rumbo han muerto:
tu alma en peligro está.

Después de una larga travesía del Atlántico, y queriendo arribar al Puerto de Nueva York, en medio de una tempestad nocturna, cuántos capitanes, marineros y pasajeros le habrán dado gracias a Dios al divisar, por fin, las luces gemelas del faro Navesink, en Nueva Jersey, en los Estados Unidos. Por casi un siglo, este faro fue esencial para que multitudes pudiesen llegar con bien a su destino deseado.

Virginia Williams Moyer (1870-1903) nació y, apenas treinta y tres años después, fue enterrada casi a la sombra de este famoso faro en Navesink. Historias de la vida marítima, búsquedas de náufragos, rescates y pérdidas, han de haber sido tema común en las noticias en su tiempo. Este himno, entre los cuarenta que escribió, refleja su conocimiento del tema, además de una pasión, como mujer cristiana muy devota que era, por las salvación de las almas de sus semejantes. Aunque muerta, Dios aún habla por ella.

La vida, apreciado lector, es como una frágil embarcación en alta mar. Aunque todo esté tranquilo, ¡el peligro el latente! Dios quiere verte llegar al puerto celestial, no hagas caso omiso de su voz. Él no quiere que perezcas eternamente (2 Pedro 3:9). Cristo dijo: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Y tú, pecador, que no quieres oír, muy sordo has sido a su voz;
te cansas de tanto escucharle llamar, ¿y qué si se cansara Dios?

Un trágico ejemplo de alguien que no quiso escuchar a la voz de Dios fue Herodes, cuando mandó a cortarle la cabeza a Juan el Bautista, un portavoz divino. No mucho tiempo después,

Herodes se alegró cuando trajeron a Cristo ante él. Le hacía muchas preguntas, pero Cristo nada le respondió, Lucas 23:9. Ya no había nada más que decirle. El silencio de Dios es muy solemne.

Si hoy, pecador, el Espíritu ya decide alejarse de ti, dejándote solo, no contenderá, por más que quisieras que sí.

Dios es paciente para con nosotros, 2 Pedro 3:9. No ignores ni desperdicies las riquezas de su paciencia y longanimidad, Romanos 2:4. Así como se derrama la última gota de un envase, así también la paciencia de Dios se acaba con algunos.

Estas palabras de Virginia W. Moyer evocan la tragedia que sucedió unos nueve años después de su muerte. En 1912 el Titanic venía desde Inglaterra para atracar en el muelle 59 del Puerto de Nueva York, pero no llegó. Unos 1,500 pasajeros perecieron en las aguas gélidas del Atlántico.

Dios llama porque quiere salvar al pecador. Qué lástima que hay los que no hacen caso. Se pierden porque no quisieron aceptar a Cristo como su Salvador personal.

Tal vez, pecador, la paciencia de Dios muy pronto se pueda agotar;
y al puerto celeste, al cual te llamó,
ya nunca te deje arribar.

La música del himno la compuso Henry Lake Gilmour (1836-1920), quien también escribió varios himnos propios. Un dato curioso es que, oriundo de Irlanda, vino a Estados Unidos cuando joven y participó en la Guerra Civil Americana. Sobrevivió la guerra pero murió, también en Nueva Jersey, después de un accidente en una carreta tirada por caballos.

Este himno fue traducido al Español en Puerto Vallarta, México el 15 de octubre de 2004, por David R. Alves.

3 comentarios en “Himnología: A ti, Pecador, Dios Llamándote Está”

  1. Me siento muy identificado con vuestros contenidos, y ya que os ocupa y preocupa la Himnología Cristiana, me complace facilitarles el vínculo que sigue. Creo que hay mucho de gran utilidad, que os pueda interesar, y es probable que deseen contactar con su administrador.

    Dejen que antes os felicite por sus publicaciones que son: Bien claras, bíblicas y con exquisita presentación.

    https://gratacerteza.blogspot.com/

    El Blog no es mío, sino de un hermano de la asamblea en que milito. Gracias

    NOTA: En mi Web, “Mirando en la Palabra” tengo publicado un artículo sobre el Bautismo, que coincide 100% con el vuestro.

    https://www.mirandoenlapalabra.com/estudios-biblicos/eclesiologia/47-en-que-nombre-debemos-bautizar

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