Cristo en toda la Biblia

Las Fiestas de Israel: Las Trompetas

David Alves Jr.

Levítico 23:23-25; Números 29:1-6

En el primes mes del calendario judío llamado Abib, se realizaban tres fiestas que eran: Pascua, Panes sin Levadura y Primicias. En el tercer mes, llamado Siván, se llevaba a cabo Pentecostés. Y en el séptimo mes, llamado Tishri, habían tres celebraciones, las cuales eran: Trompetas, Día de la Expiación y Tabernáculos.

Llama la atención que entre el tercer mes y el séptimo mes no habían festivales para Jehová. La aplicación que le pudiéramos dar es que ese lapso de 3 meses representa la era en la que estamos- la dispensación de la gracia. La celebración nacional que antecedía a las Trompetas era Pentecostés. Vimos que Pentecostés representa el descenso del Espíritu Santo después de la ascension del Señor para formar la iglesia. Vamos a aprender que esta fiesta de Trompetas representa en parte el rapto de la iglesia. Por lo tanto, la aplicación del intervalo de los 3 meses encaja bien con el orden en la que las fiestas eran celebradas y el tiempo en el que nos encontramos en el presente.

Feast of Trumpets - Life, Hope & Truth

El séptimo mes era considerado sabático porque se celebraban las tres últimas fiestas en el año. El cumplimiento de estas conmemoraciones marcaba el último viaje del pueblo de Dios a Jerusalén. Permanecían por lo menos tres semanas en la santa ciudad, ya que Trompetas se celebraba el día primero, el Día de la Expiación era el día diez y Tabernáculos se observaba los días 15 a 21. Increíble bendición para Israel poder pasar todos esos días durante el año en su presencia.

En la fiesta de las Trompetas se nos dice que se hacían dos tipos de actividad: se tocaban trompetas y se ofrecían sacrificios a Dios. También se nos indica que los Israelitas no podían hacer obra de siervo. En Números 29:1-6 leemos cada una de las ofrendas y de los sacrificios que tenían que ser presentados a Dios. Cada animal, cada torta y cada libación siempre hablándonos del Señor Jesucristo. Enfatizan su entrega, perfección y sus dolores vicarios. En cada una de las 7 fiestas encontramos a Dios siempre recibiendo su porción porque él así lo merece.

Las trompetas y la función que tenían también nos hablan de la persona de Jesucristo. Primeramente, notemos que las trompetas eran hechas de plata. Este mismo material de mucho valor representaba el dinero del rescate o de la redención de cada individuo en la nación de Israel (Éx. 30:11-16). La plata puede hacernos pensar en lo que le costamos al Señor para que él pudiese rescatarnos del pecado. Pablo escribió a los Corintios: ”habéis sido comprados por precio” (1 Co. 6:20). Pedro nos dice cuál fue el precio que el Señor tuvo que pagar. ”Sabiendo que fuisteis rescatados… no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo” (1 Pe. 1:18, 19).

Consideremos el sonido que emiten las trompetas que eran tocadas en luna llena (Sal. 81:3). Es un sonido fuerte y claro. Podemos ver aquí que quizás pudieran representar la palabra de Dios y cómo Dios nos habla a través de ella. El sonido de las trompetas nos hace pensar entonces en el mensaje central de la Biblia que es el Señor Jesucristo. También debe llamar nuestra atención que son dos trompetas. Así también Dios nos llama a través de dos testamentos; uno antiguo y el otro nuevo. Al Hijo de Dios lo podemos encontrar en todas las Escrituras. Tanto el antiguo y el nuevo testamento están saturados de nuestro Salvador. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis se nos invita siempre a contemplarlo.

The Feast of Trumpets – Rapture and End Times

Los distintos sonidos que escuchaban los Israelitas les daban a entender las distintas órdenes que debían seguir. De acuerdo al sonido que oían sabían si tenían que caminar, adorar o salir a la batalla (Nm. 10:2-10). Sus pasos y sus actividades iban de acuerdo a lo que les comunicaban las trompetas. Igual con nosotros. Debemos leer la Biblia para seguir los pasos de nuestro Maestro. Consideramos las Escrituras para pensar, hablar y actuar como lo hizo nuestro Amado Salvador.

La fiesta de las trompetas también tiene un aspecto profético. Nos hace pensar en la trompeta que oiremos aquellos que esperamos la venida del Señor en las nubes (1 Tes. 4:16; 1 Co. 15:52). Entre más tristezas sentimos y más tragedias hay a nuestro alrededor, más anhelamos que Cristo venga por nosotros. Decimos con Juan: ”Amén, si, ven, Señor Jesús” (Ap. 22:20). ¡Cuánto quisiéramos oír la trompeta hoy y ser llevados a estar siempre con el Señor! Las trompetas también tienen que ver con el futuro de Israel. Después de la venida en gloria del Señor, Dios restaurará a su pueblo y lo repatriará a donde él desea que ellos moren (Mt. 24:31; Ez. 37; Isa. 11:11; 27:13).

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