David Alves Jr.
La fornicación es cualquier acto sexual que Dios considera ilícito. Hay varias referencias en la Biblia sobre este pecado. En este ocasión únicamente consideraremos lo que Pablo nos enseña al respecto en las cartas que envió a la iglesia en Corinto.
Debe ser tratado a nivel iglesia
En 1 Corintios 5 Pablo muestra que hay ciertos pecados que al ser cometidos, deben resultar en una persona siendo apartada de la iglesia. La fornicación es uno de ellos. Él da tres razones para ello:
1. Salvar el espíritu del creyente para el día de Cristo. En otras palabras, la iglesia hace esto para ayudar a la persona a dejar el pecado para que llegue en buenas condiciones al tribunal de Cristo.
2. Proteger a los demás de cometer el mismo pecado. Pone como ejemplo la levadura que es introducida a la masa cuando se cose un pan. ”Limpien la levadura vieja para que sean masa nueva.”
3. Guardar el buen testimonio de la iglesia. Pablo le pidió a los hermanos corintios ”que no anduvieran en compañía de personas inmorales”.
A través de esto Dios tiene el propósito de que el cristiano se arrepienta de la fornicación cometida. En otras palabras, él quiere que se deje de cometer este mal, al darse cuenta de la seriedad de su falta. Cuando esto ocurre, el que ha cometido fornicación, Pablo enseña a los corintios en el capítulo 2 de la segunda carta, debe ser perdonado, consolado y amado. Significa que debe ser otra vez añadido a la iglesia.

El cuerpo no es para fornicación
En Corinto dominaba un libertinaje en el cual se tenía la idea de que así como el estómago es para los alimentos, así el cuerpo es para fornicar. Ese mismo espíritu de inmoralidad prevalece en nuestros días. Se tiene la idea que como somos dueños de nuestros cuerpos, podemos hacer lo que queramos con ellos.
Pablo corrige esa forma de pensar y dice: ”El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo”. Recuerde eso la próxima vez que tenga la tentación de cometer fornicación. Usted no es dueño de su cuerpo, sino que es propiedad de Dios, quien tuvo que pagar un precio muy alto para comprarle.
El apóstol en 1 Corintios 6, también hacer ver dos cosas muy especiales en relación a nuestros cuerpos siendo del y para el Señor. En primer lugar, nuestros cuerpos son miembros de Cristo. Al considerar este punto, hace ver que no podemos ser miembros de Cristo, o sea ser uno con él, y a la misma vez, unirnos con alguien al fornicar. Más allá del placer que hay entre dos personas en una unión sexual, hay una unión muy íntima y sagrada que se forma, porque dos personas se hacen uno solo (Gn. 2:24). Dios reserva esto únicamente a dos personas del sexo opuesto casados ante las autoridades terrenales.
En segundo lugar, otra cosa que debe preservarnos de este pecado, es entender la gran realidad que nuestros cuerpos son templo del Espíritu. ¿Cómo cometer fornicación si Dios mismo mora en nosotros? El hecho de que mora en nosotros, Pablo vuelva a enfatizar el hecho de que nuestros cuerpos no nos pertenecen, sino que son Dios. ”Han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.”
El matrimonio como algo que nos salvaguarda
En el capítulo 7 de la primera carta, Pablo escribió: ”Bueno es para el hombre no tocar mujer. No obstante, por razón de las inmoralidades, que cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”.
No significa que estar casado, asegura que uno no cometa adulterio. Tampoco está diciendo que todos forzosamente deben casarse porque Dios desea que algunos se mantengan solteros. Lo que sí está enseñando es que aquellos que carecen de dominio propio, deberían casarse. Añade: ”mejor es casarse que quemarse”. Esto no significa que nos casamos únicamente por el aspecto sexual ni que nos casaremos con cualquier persona. Las relaciones sexuales en un matrimonio solo son un aspecto de muchas cosas maravillosas que hay en la unión entre dos personas. Pablo enseña que debemos casarnos ”en el Señor” de manera que será con alguien que comparte nuestras mismas ambiciones espirituales.
Fornicación espiritual
Existe una fornicación física, que es la que hemos estado estudiando; pero también hay otra que es espiritual. Este tipo de fornicación lo cometió Israel cada vez que deshonraron y desertaron a Dios por algo o alguien más.
Esta fornicación es posible que nosotros también la cometamos cada vez que no ponemos a Dios primero en nuestras vidas. En 1 Corintios 7 Pablo hace ver que no podemos estar en las cosas del Señor y las cosas del enemigo a la vez.
El Señor nos ayude a mantenernos puros de ambos tipos de fornicación.