Cristo en toda la Biblia

La Fuente de Bronce

David Alves Jr.

Éxodo. 30:17-21; 38:8; 40:7, 30-32

Su material

La fuente de agua en el tabernáculo y su base estaban hechos de bronce. Este material en la Biblia en ocaciones representa el juicio del pecado del hombre. El altar en donde se quemaban los sacrificios para juzgar los pecados de Israelitas era hecho de bronce. En la fuente, vemos el hecho de que Cristo sufrió para quitar nuestros pecados; en la fuente, vemos el efecto que tiene la palabra de Dios sobre nosotros al purificarnos (Sal. 119:9; Jn. 15:3; Ef. 5:25, 26).

Cada uno de los muebles en el tabernáculo de reunión nos hablan algo sobre nuestro Señor Jesús.

  1. Altar de sacrificio: Cristo nuestro Salvador.
  2. Fuente de agua: Cristo nuestro Santificador.
  3. Mesa con los panes de la proposición: Cristo nuestro alimento espiritual.
  4. Candelero: Cristo nuestro guía.
  5. Altar de oro: Cristo nuestro Intercesor.
  6. Arca del pacto: Cristo nuestra confianza.
  7. Propiciatorio: Cristo nuestra propiciación.

El bronce para el lavacro provenía de ”los espejos de las mujeres”. De esa manera los sacerdotes podían verse y saber dónde necesitaban lavarse. El cristiano usa la Biblia para hacer ver sus pecados que necesitan ser removidos en su vida (Stg. 1:23, 24).

Sus detalles

La Palabra de Dios no nos brinda la información que tiene que ver con la medida, el diseño o forma, varas para transportarla o las cubiertas para este mueble. Quizás esto se debe a que no hay límites a la santidad que debemos de tener delante de Dios o del conocimiento que podemos adquirir de la Palabra de Dios que siempre nos habla de Cristo. Nuestro Salvador mostró una perfecta santidad al caminar en esta tierra a pesar de estar rodeado de tanta perversidad.

Los otros muebles tenían cubiertas para cuando la morada de Dios era transportada de un lugar a otro en el desierto. No leemos de una cubierta para la fuente. Posiblemente al ser vista, era un recordatorio continuo de la santidad de Dios que deseaba ver en las vidas de los Israelitas.

Su ubicación

El lavacro estaba ”entre el tabernáculo de reunión y el altar”. Estaba estratégicamente ubicado para que los sacerdotes y el sumo sacerdote pudiesen servir con limpieza en el santuario de Dios. En la fuente pudiéramos haber visto que había agua con sangre porque los sacerdotes se lavaban después de manejar los animales que eran sacrificados. La combinación de agua y sangre la vemos en la consagración de los sacerdotes, en el lavamiento de los leprosos y en nuestro Señor sobre la cruz (Jn. 19:34; 1 Jn. 5:6; 1 Co. 6:11; He. 10:22). Gracias a Dios por esa fuente de sangre que fue abierta en su costado para lavarnos de nuestras maldades.

Su función

Como se ha mencionado, el propósito de este mueble era para que los sacerdotes se lavaran las manos y los pies. Sus manos estarían manchadas de sangre y sus pies sucios por caminar sobre la arena. Tenían que lavarse antes de entrar al tabernáculo y al acercarse al altar de holocausto para manejar las ofrendas y los sacrificios. No cumplir con esto resultaba en la muerte.

El Señor no tuvo que lavarse para poder servirnos como nuestro gran Sumo Sacerdote porque él es sin contaminación. ”Tal Sumo Sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores” (He. 7:26).



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