Vida Cristiana

El Cristiano y su Vestimenta

David Alves Jr.

A Dios le interesa mucho la ropa. Una de las primeras cosas que hizo en la tierra para el hombre fue vestirle (Gn. 3:21). Le dio instrucciones a Israel sobre cosas que quería que evitaran en su vestimenta (Lv. 19:19). Especificó cómo quería que se vistieran los sacerdotes en el tabernáculo (Éx. 28). En el Nuevo Testamento, nos pide que nos vistamos con distintas cosas espirituales para serle agradables (Ro. 13:14; Ef. 4:24; 6:11; Co. 3:12, 14).

Dios también nos da instrucciones sobre las cosas que él quiere que tengamos nosotros en mente al vestirnos. En 1 Timoteo 2:9, Pablo se dirige a las mujeres (también aplicable a los varones) y toca el punto de nuestra vestimenta. Menciona cuatro palabras sobre nuestro vestir:

1. Decorosa. Es vestirse con orden y dignidad.
2. Pudor. Es vestirse con respeto o reverencia.
3. Modestia. Es vestirse con auto-control o moderación.
4. No costoso.

Pedro y Pablo enfatizan lo que Dios quiere ver en nosotros. Pablo escribe que lo que reluzca en nosotros deben ser nuestras ”buenas obras” (1 Tim. 2:10). Pedro escribe que sea: ”el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible” (1 Pe. 3:4). En resumen, Dios no quiere que sea nuestra vestimenta la que llame la atención, sino que sea nuestro carácter y nuestra conducta.

Consideremos la guía que Dios nos da sobre este tema al hacernos las siguientes preguntas sobre mi vestir:

¿Me distingue en el sexo que Dios me ha dado?

El mundo quiere que todo sea unisex. Quiere mezclar los sexos para que hombres y mujeres tengan la misma apariencia. Dios quiere ver una distinción muy clara entre la apariencia en ambos sexos. Un ejemplo es lo que Pablo enseña en 1 Co. 11:14, 15 en relación al hecho de que Dios anhela que el varón tenga cabello corto y la mujer cabello largo. Concuerda con lo que Dios le enseñó a Israel. ”No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer” (Dt. 22:5). Cuando alguien me ve, debería de identificar inmediatamente si soy hombre o mujer.

¿Lo hago para sentirme bien de mí mismo?

Es posible vestirse para agradarse a uno mismo. Alguien pudiera decir: “Yo me visto de esta manera porque me hace sentirme bien o me hace sentirme atractivo o atractiva.” Ese no es el propósito en vestirnos. Tenemos que evitar todo tipo de egocentrismo como hijos de Dios. Sigamos el ejemplo de Pablo quien dijo: “Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí” (Gál. 2:20).

¿Me visto de acuerdo a lo que dicta el mundo de la moda?

Existe presión por parte de las amistades, programas de televisión y revistas de moda para que nos vistamos de acuerdo a lo que están vistiendo todos. Uno es hasta mal visto y criticado por no actualizar su colección en el clóset. Como cristianos no debemos dejarnos llevar por ese tipo de presión en parecernos a como se visten los demás. “Todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Jn. 2:16).

¿Trato de aparentar algo que no soy?

Los pasajes mencionados nos enseñan que no debemos vestirnos con ropa costosa. Aún si Dios nos ha prosperado, debemos moderar lo que gastamos en nuestras ropas. Imagínate lo agradable que sería para Dios que en vez de comprarte un vestido caro, compraras uno no tan caro, y con ese dinero ahorrado le compraras una prenda a alguien que está necesitado. Lo otro que debemos cuidar es gastar más de lo que nos alcanza por comprar ropa de moda que normalmente es cara. ¿Rebasas los límites de tu tarjeta de crédito por comprar vestidos nuevos o playeras de las mejores marcas? Esto es algo que Dios quiere que evitemos.

¿Mi vestir es para llamar la atención de los demás?

Una mujer pudiera usar falda o vestido pero que sea de un cierto tipo que llame la atención. Lo mismo va con un hombre utilizando pantalones. No solo se trata de que la mujer se ponga una falda y con eso cumple; y que el hombre se ponga pantalones y con eso cumple. Tenemos que considerar lo enseñado por Pablo. ¿Estoy mostrando pudor? ¿Los demás ven en mí modestia? Tendrías que considerar el color de la tela, el tipo de material, lo ajustado que es y lo largo que es.

El otro extremo de muchos es pensar que uno como cristiano no debe arreglarse o mostrar buena presentación. La Biblia enseña lo contrario. Pablo dijo que sea con decoro, ósea que nos vistamos ordenadamente. el dicho lo expresa bien: “No tan bonita que atarante, ni tan fea que espante.” No porque seamos creyentes significa que tenemos que andar todos sucios y desarreglados.

¿Muestro hipocresía en lo que decido ponerme?

La forma en la que me visto en la calle y como me visto a las reuniones de la iglesia debe ser en términos generales muy parecidos. No, no estoy diciendo que va ir a comprar verdura al mercado como si fuera a la reunión. Lo que sí estoy diciendo es que no debería de haber una diferencia abismal donde casi pudiera pensar alguien que somos dos personas completamente diferentes. La Biblia no maneja una forma de vestirse para la reunión y otra para fuera de las reuniones. Las instrucciones de Pablo y Pedro son para la vida en general. Seamos consecuentes y congruentes.Vistámonos de una manera en la que no nos de pena que un hermano nos vea en el camión o en el súper.

Dios nos ayude a vestirnos de una manera en la que le glorifiquemos y que nuestro atractivo sea en nuestra persona y buenas obras.

1 comentario en “El Cristiano y su Vestimenta”

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