David Alves Jr.
Los amigos pueden ser de muchísima bendición. Nos escuchan cuando necesitamos desahogarnos, nos acompañan cuando sentimos soledad y nos aconsejan cuando no sabemos qué hacer. Salomón dijo sabiamente: ”Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor pago por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!” (Ecl. 4:9, 10).
Fuimos creados por Dios con un sentido de necesidad de relacionarnos con otras personas. Por un lado, quiere que nos amistemos con otras personas; pero por el otro lado, quiere que tengamos cuidado al momento de elegir nuestras compañías. Pablo expresa claramente el daño que causan algunos amigos al escribir: ”Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Co. 15:33).

Considera las siguientes 7 cosas al elegir tus amigos:
- Evita al que es dado al enojo. Dice el consejo: ”No te asocies con el hombre iracundo, ni andes con el hombre violento, no sea que aprendas sus maneras y tiendas lazo para ti mismo” (Pr. 22:24, 25).
- Busca a los sabios. ”El que anda con sabios será sabio, pero el compañero de los necios sufrirá daño” (Pr. 13:20). Sabios no son los que tienen mucha inteligencia o que saben mucho de la Biblia o de física cuántica. Sabios son los que toman decisiones agradables a Dios. ”Apártete de la presencia del necio” (Pr. 14:7).
- Cuídate de los que tienen muchos amigos. El siguiente versículo es comúnmente malinterpretado. ”El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano” (Pr. 18:24). La palabra amigo en el Hebreo es la palabra: ”malvado, perverso, malo”. El sabio está diciendo en otras palabras: ”El hombre que tiene muchos amigos ha de mostrarse pecaminoso; pero hay amigo que es más cercano que un hermano”. En nuestra cultura, entre más amigos tenga uno, eso define a la persona siendo bien vista porque es popular. Muchas veces el que tiene muchos amigos es porque no tiene convicciones. Dios quiere que consideres tener pocos amigos pero que sean verdaderas amistades basadas sobre la rectitud y justicia de Dios.
- Analiza las intenciones. Elifaz, Bildad y Zofar aparentaron querer consolar y acompañar a Job en sus angustias. Lloraron, rasgaron sus vestidos, echaron polvo sobre sus cabezas y guardaron silencio por toda una semana. Uno diría: ¡Qué amigos tan deseables! Mucho cuidado al pensar eso porque terminaron juzgándole y criticándole. Job les dijo: ”caváis un hoyo para vuestro amigo” (Job 6:27). Cuídate de los que quieran sacarte toda la información que puedan para después dañarte aún más de lo que ya estás.
- Consíguete amigos que darían la vida por ti. Cristo, el mejor Amigo de todos, una vez dijo sobre las amistades: ”Nadie tiene un amor mayor que este: que uno dé su vida por sus amigos” (Jn. 15:13). A veces hay personas que quieren la amistad de alguien por sus bienes, porque es bien conocido o porque recibe algún otro beneficio de esa persona. Esas amistades no son deseables. Busca amigos que amen tu alma como lo hizo Jonatán con David y se lo mostró arriesgando y sacrificando mucho.
- Hazte de amistades que te van a decir la verdad. Un verdadero amigo es el que te va a corregir con gracia cuando se requiera. Un verdadero amigo es el que te pedirá no hacer algo que no sea correcto. ”Mejor es la reprensión franca que el amor encubierto. Fieles son las heridas del amigo pero engañosos los besos del enemigo” (Pr. 27:5, 6). Salomón lo describe de la siguiente manera: ”El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a otro” (Pr. 27:17).
- Atesora la lealtad. Fácil es ser amigo de alguien cuando las cosas van bien, ¿pero qué de cuándo hay alguna situación adversa? Allí es cuando más se necesita un compañero. En el mundo, se hacen y deshacen amistades, tan regular como peinarse frente al espejo cada mañana. Dios valora la lealtad y fidelidad entre amistades. ”En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para tiempo de angustia” (Pr. 17:17). Jesucristo supo lo que es la amarga experiencia de ser traicionado por un amigo. No seamos como Judas.
De igual manera, valora los amigos que puedan guardar confidencialmente algo que les has compartido en privado. Recuerda: ”El chismoso separa a los mejores amigos” (Pr. 16:28). Este tipo de amigos están en peligro de extinción. Es una gran carencia que existe entre nosotros. No por nada escribió Salomón: ”Muchos hombres proclaman su propia lealtad, pero un amigo digno de confianza, ¿quién lo hallará?” (Pr. 20:6).
