Vida Cristiana

Diez Cosas que Dios Enseña Sobre los Préstamos

David Alves Jr.

  1. El prestatario (el que pide y recibe el dinero) se convierte en esclavo del prestamista (quien aporta el dinero). Lo mejor es evitarlo lo más posible.
    ”El deudor es esclavo del acreedor” (Pr. 22:7).
  2. El acreedor cristiano evitará cobrar usura al prestar dinero. Usura es cuando se cobra un interés sumamente alto al prestar dinero. Es una práctica en la que el rico se aprovecha en demasía de la necesidad del pobre.

    ”Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero (usurero), ni le impondrás usura”. (Éx. 22:25)

    No ser usurero es algo que agrada a Dios (Sal. 15:5; Ez. 18:13, 17). Ser usurero es algo que desagrada a Dios (Pr. 28:8; Ez. 22:12).
  3. Lo que pedimos prestado debemos devolverlo. Damos mal testimonio al no hacerlo. Es algo que hace el incrédulo, y por lo tanto, no debe ser característico en un cristiano.

    ”El impío pide prestado y no paga, pero el justo es compasivo y da.” (Sal. 37:21)

    ”No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros.” (Rom. 13:8)
  4. Debemos prestar al que tiene necesidad cuando está en nuestras posibilidades económicas.

    ”Les va bien a los que prestan dinero con generosidad.” (Sal. 112:5)

    ”Hagan bien, y presten no esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo; porque él es bondadoso para con los ingratos y perversos. Sean ustedes misericordiosos, así como su Padre es misericordioso.” (Lc. 6:35, 36)
  5. Al prestar dinero, no debemos aceptar una prenda como depósito que garantiza el pago del préstamo que afectará severamente a la persona.

    ”Si tu vecino es pobre y te da su abrigo como garantía por un préstamo, no retengas la prenda durante la noche. Devuélvela a su dueño antes de que caiga el sol, para que pueda abrigarse durante la noche y te bendiga; y el Señor tu Dios te considerará justo.” (Dt. 24:12, 13)
  6. Pedir dinero prestado por alguna necesidad latente debe ser una decisión hecha por el esposo y la esposa juntos. No debe ser hecho a espaldas del cónyuge. Según Efesios 5 el hombre debe amar a su esposa; esconderle algo no es amarla. Y la responsabilidad de la mujer es respetar a su esposo. Ocultarle algo no es respetarlo. Mujeres pidiendo prestado a hombres a escondidas de sus esposos, muchas veces termina en la infidelidad, lo cual desintegra el matrimonio aún más.
  7. Pedimos prestado cuando es una necesidad importante y no para gastar en algo trivial que realmente no necesitamos.

    ”Teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.” (1 Tim. 6:8)

    ”No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré” (Heb. 13:5).
  8. En ocaciones, los préstamos se convierten en una necesidad por no administrar adecuadamente nuestro dinero.

    ”Los necios gastan todo lo que consiguen” (Pr. 21:20).
  9. Los préstamos se pueden convertir en una adicción u obsesión. Pudieran generar en nosotros la codicia. Si necesitas un préstamo para pagar otro préstamo, quizás necesitas evaluar tu estilo de vida y tu disciplina financiera.

    ”Raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (1 Tim. 6:10).
  10. Confía en Dios y él te proveerá para cada una de tus necesidades.

    ”Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mt. 6:33).

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