Vida Cristiana

El que Habita al Abrigo del Altísimo

David R. Alves

Los Salmos 23 y 91 quizás son los más buscados por el pueblo del Señor cuando se desatan las tormentas de la vida. Cuando nos azotan las olas de la adversidad y nos vapulean las ráfagas de la tribulación, ¿quién no encuentra alivio al leer sobre el Pastor que suple toda necesidad o de la seguridad de habitar al abrigo del Altísimo?

¡Gracias a Dios por su palabra! Mientras el mundo se descontrola por una pandemia, nosotros podemos ir a encontrar paz, fe y esperanza en una palabra que es inamovible e inmutable.

Foto por Torsten Dederichs en unsplash

El primer versículo del Salmo 91 en Hebreo contiene únicamente 6 palabras y en Español 13 palabras. A lo largo de los siglos, este corto versículo ha asombrado a los hijos de Dios. Por un lado, muestra nuestra futilidad, y por el otro lado, el infinito vigor y la incalculable grandeza de nuestro Dios. Exhibe la ternura del Padre que nos ama y promete pleno sosiego para el consternado.

Reflexionemos entonces en las distintas secciones del primer versículo del Salmo 91.

”El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”

El que habita

El salmista promete sombra a los que habitan al abrigo de Dios. La idea no es de estar en este lugar por un tiempo determinado para después dejar ese escondite de seguridad. No es algo pasajero ni temporal. Esto es algo fijo. La palabra ”habita” tiene que ver con ”morar, sentarse”. En los Salmos la misma palabra es empleada para describir a Dios sentado sobre su trono (e.j. 47:8). De manera que, así como Dios no dejará el trono sobre el cual está sentado, así deberíamos de encontrarnos nosotros: morando y sentados bajo el abrigo del Altísimo.

Al abrigo

Esta palabra ”abrigo” es: ”una cubierta”, ”un escondite” o ”un amparo”. Es la misma palabra que menciona David en el Salmo 27:5 cuando dijo: ”Me ocultará en lo reservado de su morada”. También en el Salmo 32:7 cuando habla de Dios siendo su ”refugio”. En el Salmo 61:4 se consuela al pensar en el hecho de estar ”seguro bajo la cubierta de tus alas”. En el Salmo 119:114 Dios es visto como nuestro ”escondedero”.

Del Altísimo

En el versículo encontramos dos nombres de Dios: él es el Altísimo y el Omnipotente. ¡Increíble pensar que él es el Dios que nos abriga y quiere que estemos bajo su sombra!

Su nombre Altísimo nos hace pensar en su señorío y su control sobre los eventos de nuestra vida. Este nombre se repite en muchas ocaciones a lo largo del antiguo testamento. Melquisedec se lo reveló a Abram (Gn. 14:18-20, 22). Moisés se regocijó al cantar sobre el Altísimo frente al pueblo de Israel (Dt. 32:8). David pensó en el poder del Altísimo al ser librado de sus enemigos (2 Sam. 22:14). En los Salmos se menciona tantas veces que no tenemos el espacio de citarlas todas. El profeta Daniel, quien vivió en el imperio más grande de su tiempo, emplea este hermoso título de Dios para expresar su grandeza y poderío. Le hizo ver al gran rey Nabucodonosor que había uno mayor que él. ”El Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quién él quiere” (Dn. 4:25)

En el nuevo testamento también aparece Dios como el Altísimo. Jesucristo fue reconocido como el ”Hijo del Dios Altísimo” (Mr. 5:7; Lc. 1:32; 8:28). Esteban en su notoria predica, la cual le costó su vida, a los líderes religiosos, les habló de Dios siendo el ”Altísimo” (Hch. 7:48).

Durante las angustias de la vida, el Salmo 91 nos hace la invitación de habitar al abrigo del Dios Altísimo, sobre el cual no hay nadie y al cual ninguna circunstancia le toma por sorpresa. Nada se le sale de control. ¡Confiemos en él!

Morará

Es similar a la palabra ”habita” que ya analizamos, cuando se nos hizo la invitación de habitar bajo el abrigo del Altísimo. Ahora se nos promete sombra a aquellos quienes moran bajo el Omnipotente.

La palabra ”morará” en el Hebreo significa: ”pasar la noche; hospedarse o detenerse en un mismo lugar”. Se vuelve a enfatizar el hecho de que deberíamos de estar constantemente y permanentemente recurriendo a Dios.

Ojalá que la cuarentena por el COVID-19 no sea la razón por la que estemos buscando el abrigo y la sombra de Dios. Esto debería de ser 24 horas al día y 365 días al año.

Dios quiere que habitemos y moremos en su presencia y que no nos retiremos de allí.

Bajo la sombra

Las pruebas en ocaciones sentimos nos queman como el sol abrazador en su cenit a mediodía. Lo que buscamos es la sombra.

Esta es una manera en la que comúnmente se habla de Dios y de la sombra que él da a su pueblo. En forma literal, el Dios de Jacob le dio sombra a su nación al manifestarse ante ellos en una nube. Les daba sombra durante el día del calor del sol brillante; y en la noche fría, les daba calor al presentarse en aquél fuego.

Los Salmos nos invitan a permanecer bajo la sombra de Dios. El lenguaje figurativo es tomado del ave que refugia a sus polluelos debajo de sus alas. Nos habla de un lugar protección, seguridad y cercanía. Eso y mucho más, podemos encontrar en nuestro Dios.

‘Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas.” (Sal. 17:8).
”¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.” (Sal. 36:7)
”En la sombra de tus alas me ampararé.” (Sal. 57:1)
”En la sombra de tus alas me regocijaré.” (Sal. 63:7)
”Jehová es tu sombra a tu mano derecha.” (Sal. 121:5)

Si el sol te está pegando, ampárate en Dios. Él te dará sombra.

Del Omnipotente

Llegamos al segundo nombre de Dios en el versículo. Él es omnipotente, o sea que todo lo puede. Nada, por más grande que sea, puede limitar su poder.

Es el hermoso nombre en Hebreo ”Shaddai”. El Altísimo nos da abrigo. El Omnipotente nos da sombra.

En estos tiempos, confiemos en Shaddai quien le prometió a Abram una numerosa descendencia (Gn. 17:1) a pesar de que su esposa era avanzada en edad y su matriz estaba muerta. No solamente se lo prometió, pero también se lo cumplió. El Dios que promete tiene el poder ilimitado de cumplir todo lo que él dice.

¿Puede él sanarte del coronavirus? ¿Puede él guardarte de contraer el COVID-19? ¿Puede él proveer para tu familia cuando se prohibe salir a trabajar?

Escucha a Dios quien te dice: ”El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”

Foto por Francois Olwage en unsplash

1 comentario en “El que Habita al Abrigo del Altísimo”

  1. Este es un salmo que muchos creyentes usan hoy pensando que Dios los protegerá del virus y lo usan para congregarse sa sabiendo que estamos en cuarentena y exponen a otros, dando también mal testimonio no guardando el mandato de no salir y evitar las reuniones. Piensan que es un amuleto que los protegerá. ¿qué opina usted sr Alves

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