Cristo en toda la Biblia

Candelero: Cristo, mi Luz

David Alves Jr.

Dios diseñó el tabernáculo sin ventanas. La luz que alumbraba a los sacerdotes para que trabajaran en el lugar santo, provenía de un candelero. Estaba ubicado al lado sur del tabernáculo, al lado opuesto de la mesa con los panes. 

Material 

Fue hecho de un talento de oro puro. Parece ser que era la medida de mayor peso que manejaban los Hebreos. En el oro vemos la gloria de la deidad de Cristo; y al ser de un talento, la medida de mayor peso, nos hace pensar en la supremacía de nuestro Señor. 


Detalles 

Bezaleel, Aholiab y sus ayudantes fueron llenos del Espíritu de Dios para hacer todo el trabajo en la construcción de la morada de Dios. Recibieron ayuda de Dios para poder hacer el candelero, con todos sus detalles, labrados a martillo, de una sola pieza. Los sufrimientos vicarios del Señor Jesús vienen a la mente cuando nos imaginamos el oro siendo puesto por el fuego y siendo martillado para darle forma al candelero. 

Del pie que tenía salían seis brazos, y por lo tanto tenía siete lámparas. El número siete en la Biblia resalta la perfección de Dios. En este caso, vamos a notar que representa la perfección de Cristo como la luz del mundo. La santidad de Cristo también es resaltada en el hecho de que este mueble es llamado el “candelero limpio” y “puro” (Éx. 31:8; 39:7). 

El candelero llevaba seis brazos: tres brazos de un lado y tres en el otro. No podemos cesar de admirarnos del perfecto equilibrio que notamos en la vida de Cristo. Mostró perfecta fidelidad hacia la verdad y hacia la gracia (Jn. 1:14, 17). Habemos algunos que en ocaciones quizás mostramos la verdad, más sin la gracia, y viceversa. Esto nunca sucedió con nuestro Salvador. 

Cada brazo tenía tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor. La caña central iban cuatro copas con los mismos diseños. Jamás pudiéramos medir la fructífera vida de nuestro Señor. Impactó las vidas de muchas personas al estar aquí y lo sigue haciendo con millones de millones que le han confesado como Salvador y Señor. “Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho…” (Is. 53:11)

Cada par de brazos tenía una manzana que los sostenía y por lo tanto cada lado tenía tres manzanas. Notamos el tres como el número de la trinidad. Es grato pensar en la actividad de la trinidad en la vida Cristo y también en nuestra salvación. 


Función 

Como ya mencionamos, el candelero alumbraba el santuario de Dios. Tenía siete lamparillas que daban la luz al tener aceite. El aceite nos hace pensar en el Espíritu Santo, y en esto caso, en su relación muy cercana con el Señor. Se ofreció a Dios a través del Espíritu, fue concebido por obra del Espíritu en el vientre de María, el Espíritu descendió sobre él al ser bautizado, realizaba milagros en el poder del Espíritu, fue llevado al desierto por el Espíritu cuando fue tentado. 

La función del candelero nos deja pensando en Cristo, quien pasó por las tinieblas sobre la cruz, siendo aquella luz que ha iluminado nuestras vidas y nuestro servicio a Él. 

“Con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas…” (Lc. 1:78, 79) 

“Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.” (Jn. 9:5)

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