Cristo en toda la Biblia

La Pascua

David Alves Jr.

Pablo escribió a los Corintios: “nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” (1 Cor. 5:7). Tracemos a nuestro Señor en la primera ocasión en la que esta fiesta fue celebrada por única vez en Egipto. Moisés escribe sobre esto en Éxodo 12. El animal requerido por Dios para cada familia era un cordero. Este animal a esta edad es un claro recordatorio de la perfecta mansedumbre de Cristo. El cordero es usado frecuentemente para describir a Cristo a lo largo de la Biblia. En Éx. 12 es el Cordero inmolado; en Isa. 53 es el Cordero enmudecido; en Jn. 1 es el Cordero señalado; en 1 Pe. 1 es el Cordero destinado y en Ap. 5 es el Cordero alabado. La edad del cordero, teniendo que ser de un año, se encontraba en una etapa de plenitud de fuerza. Esto lo podemos relacionar con el Señor dando Su vida cuando tendría unos 33 años, siendo la edad de pleno vigor en un hombre. La pureza de nuestro Salvador la podemos ver en que el cordero tenía que ser sin defecto. No podía ser “ciego, perniquebrado, mutilado, verrugoso, sarnoso o roñoso” (Lev. 22:22). Los serafines ven a Cristo sobre Su trono en el cielo y dicen: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos” (Isa. 6:3). Pedro repasó la vida de Cristo sobre la tierra y escribió: “no hizo pecado.” (1 Pe. 2:22) En el mes Abib, en el día catorce, entre las dos tardes, el animal debía de ser inmolado. La muerte violenta y sangrienta del cordero, nos hace pensar en los dolores indecibles que sufrió el Señor. Para el judío entre las dos tardes era entre las 3:00 pm- 6:00 pm. Según los evangelios, Cristo murió a las 3:00 pm. Es llamativo considerar que- mientras los corderos eran inmolados en el templo por los sacerdotes- el Cordero de Dios daba Su vida por nosotros en sacrificio. La sangre era aplicada por cada familia sobre los dos postes y en el dintel de la puerta de sus casas. A la media noche el Ángel de Jehová pasaría y la sangre serviría de señal para que la vida del hijo mayor fuese guardada. Por eso el nombre “Pascua” porque pasaría por encima de esa puerta. Gracias a Dios por la sangre de Su Hijo y por todos los beneficios que nos ha traído. Tenían que manejar con mucho cuidado al animal muerto porque no podía ser quebrado ninguno de sus huesos. El poder de Dios es visto en cómo El guardó el cuerpo de Cristo para que no se quebrara ni un hueso Suyo a pesar de haber sufrido tanto. Puñetazos certeros en el rostro, golpes fuertes en la cabeza usando una caña, toscos clavos perforan manos y pies, una lanza traspasa el costado, pero ¡todos Sus huesos guardados! Todos Sus huesos se descoyuntaron (Sal. 22:14) pero ninguno quebrado. Se les pidió a los Israelitas que la carne debía de ser asada sobre fuego. Quizás aquí encontramos lo que el Señor sufrió cuando Su Dios lo castigó con nuestros pecados. Fuego no cayó del cielo, mas la ira de Dios sí descendió sobre Él. El cordero debía de ser comido todo esa noche por una familia, o si era una familia pequeña, lo podían compartir con sus vecinos. Había carne conforme al comer de cada persona. Habla de la suficiencia y de la grandeza de la obra de Cristo. Sin duda, hay varias cosas que yo no logro notar acerca de Cristo en la Pascua pero usted sí las puede encontrar. La carne era comida con panes sin levadura y hierbas amargas. Los panes pueden representar la perfección de Cristo y las hierbas hacen pensar en la amargura que sintió Cristo al tomar la copa del juicio de Dios por nuestras maldades.Démosle gracias a Dios por el Cordero que por nosotros Se sacrificó y que nos ha quitado nuestro pecado.

Foto por Sam Carter en http://www.unsplash.com

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