David Alves Jr.
“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.” (Éx. 20:16)
El penúltimo mandamiento nos permite pensar en las palabras de nuestro Señor. Aún en su hablar notamos una singular perfección. Nunca habló lo que no debió haber dicho. Escuchamos sus palabras y cómo las dijo al estar aquí, y podemos decir de él, lo que dijo la mujer Sulamita de Salomón: “Sus labios que destilan mirra fragante. Su paladar dulcísimo…” Cnt. 5:13, 16
Las palabras de Cristo fueron:
1. Palabras placenteras
“La gracia se derramó en tus labios” Sal. 45:2
2. Palabras sinceras
“ni hubo engaño en su boca.” Is. 53:9
3. Palabras congruentes
“les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.” Mt. 7:29
4. Palabras vivas
“Tú tienes palabras de vida eterna.” Jn. 6:68
5. Palabras incomparables
“¡Jamás hombre alguno ha hablado cómo este hombre!” Jn. 7:46
6. Palabras guiadas
“el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir” Jn. 12:49
7. Palabras soberanas
“su voz como estruendo de muchas aguas.” Ap. 1:15
¿Has pensado en lo primero que le dirás al Señor cuando le veamos? ¿Qué será lo primero que él nos diga a nosotros? Mañana pudiese ser la ultima vez que cumplamos con el Partimiento del pan. El Señor viene y entonces oiremos esa dulce voz y sus hermosas palabras por primera vez.
