David Alves Jr.
Éx. 27:1-8; 38:1-7
En nuestra consideración del tabernáculo, hemos estado dentro del santuario, en el lugar santísimo y lugar santo. Hoy salimos al atrio para observar el altar del holocausto.
Hemos considerado a Cristo en cuatro muebles. Arca del pacto y propiciatorio: Cristo, mi propiciación; mesa con los panes de la proposición: Cristo, mi satisfacción; y el candelero: Cristo, mi luz. Para ayudarnos un poco con nuestra preparación para hacer memoria del Señor el día de mañana, hoy veremos en el arca del holocausto: Cristo, mi sustituto.
Nombres
i. Altar de madera de acacia (Éx. 27:1)
ii. Altar del holocausto (Éx. 30:28)
iii. Altar de bronce (Éx. 3:30)
La palabra “altar” significa: “algo levantado o que asciende”. Esto refiriéndose a lo que era ofrecido sobre este mueble. Hace pensar en el Señor siendo levantado sobre un madero (Jn. 3:14; 8:28; 12:32-34). En el Griego, la palabra “altar” significa: “lugar donde las víctimas son inmoladas”. No podemos sino pensar en el Gólgota, el lugar donde fue inmolado el Cordero de Dios.
Materiales
Hecho de madera de acacia cubierta de bronce. El altar al representar la cruz de Cristo , y al ser hecho de madera de acacia, nos hace maravillarnos de la perfección de Cristo aún cuando llevaba sobre sí los pecados de todos los tiempos. La acacia es una madera que difícilmente se corrompe. Hemos notado que el bronce en el tabernáculo simboliza el pecado siendo juzgado. Aquí es Cristo siendo juzgado con la penalidad de nuestro pecado.
Medidas
Medía 5 codos de alto, 5 codos de ancho y 3 codos de alto. Era en forma de un cuadrado. (Nota que en el tabernáculo habían diferentes figuras geométricas más no había el triángulo. Quizás por la importancia que se le daba en Egipto, de donde había salido Israel).
El número 5 en la Biblia es relacionado con la gracia de Dios. La máxima expresión de esa gracia es vista en la muerte de su Hijo. De los muebles que se nos dan las medidas (no tenemos medidas para la fuente y el candelero), el altar de bronce es el mueble más grande. Era tan grande, que todos los demás muebles podían caber dentro de éste. Esto también señala la inmensidad de la obra de Cristo en cruz.
El número 3 es sin duda relacionado con la Trinidad. Es hermoso leer acerca de un Dios trino obrando en la salvación de la humanidad mediante lo realizado en el Lugar de la Calavera.

Detalles
En sus esquinas habían cuatro anillos para colocar sus dos varas para transportar el mueble.
En sus esquinas iban cuernos de bronce. Salmos 118:27 indica que eran usados para atar a los animales que habrían de ser sacrificados. Aquí podemos notar la sujeción del Hijo a su Padre aún durante sus horas de gran angustia.
Dentro del altar iba colocado una rejilla sobre el cual iba lo ofrendado a Dios. Llegaba hasta la mitad del altar. De manera que los sacerdotes no veían el animal que era quemado sobre el altar, pero Dios sí podía mirarlos y disfrutarlos. Hay mucho que podemos apreciar de Cristo en cuanto a sus sufrimientos en nuestro lugar; pero también hay mucho que desconocemos y que solamente Dios puede apreciar de su Amado Hijo. Allá en su casa, nos enseñará por siempre cosas preciosas de su Hijo.
Ubicación
El altar se encontraba a la entrada del tabernáculo (Éx. 40:29), o sea que era el primer mueble desde la entrada hasta el lugar santísimo donde moraba Dios. La sangre derramada en este altar, permitía de cierta manera que el pueblo pudiera llegar a Dios. Heb. 9:22 enseña la importancia del derramamiento de sangre. Nosotros hoy en día disfrutamos de un acceso con más libertad que la que tuvo Israel y es por medio de la sangre de Cristo.
Función
Levítico 1-7 nos indica algunas de las ofrendas y los sacrificios que eran quemados sobre el altar de holocausto. El fuego consumiendo las ofrendas y los sacrificios es similar a la ira de Dios que cayó sobre el Salvador durante aquellas horas de gran oscuridad. En el caso de la ofrenda por el pecado y por la culpa, los oferentes entendían que el animal estaba tomando su lugar en ese altar por causa de la maldad que habían cometido. El altar de bronce nos hace ver lo personal que es la obra de Cristo, que él es nuestro sustituto. Podemos decir como dijo Pablo de Cristo: “me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gál. 2:20). Nosotros gozamos de un sustituto mucho mejor que todos los animales que fueron sacrificados en el antiguo pacto. “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios…” (Heb. 10:10-12). Gracias a Dios por el momento de salvación cuando entendimos que Cristo había muerto por nosotros, que había muerto por mí.
Utensilios
Veamos para concluir, cuáles eran los utensilios usados en el altar, sus funciones y cómo nos hablan de Cristo.
i. Calderos: Para llevar las cenizas del sacrificio a un lugar limpio (Lv. 6:10, 11). La sepultura de Cristo en una tumba nueva.
ii. Paletas (Palas): Para recoger las cenizas y manejar el fuego. La preparación del cuerpo de Cristo.
iii. Tazones: Para la sangre de las víctimas que después era derramada alrededor del altar o llevada al lugar santísimo para rociar el propiciatorio. La sangra vertida de Cristo.
iv. Garfios: Para acomodar los animales sobre el altar. Los sufrimientos vicarios de Cristo.
v. Braseros: Para los carbones que eran llevados del altar de bronce al altar de incienso. La fragancia de la vida y muerte de Cristo.