Cristo en toda la Biblia

Sombras de la Resurrección del Señor

David Alves Jr.

Hace un par de semanas, nos asombrábamos de cómo las Escrituras con mucho tiempo de anticipación, anunciaron profecías de la triunfante resurrección del Señor de entre los muertos. ¡Moisés y Job lo anticiparon 1,500 años antes de su nacimiento! Sin duda, no hay libro como la Biblia. Todo lo que predice, se cumple. Ningún libro escrito por el hombre puede adjudicarse a ese admirable logro.

En esta ocasión, vamos a considerar tipos, figuras o sombras de la resurrección del Señor Jesús en el antiguo testamento. Con eso nos referimos a personas, objetos o eventos mencionados en las Escrituras que son sombras de lo que habría de acontecer en la experiencia terrenal de Jesucristo. Cada página en la Biblia nos habla del Hijo de Dios. Él es su centro y enfoque.

La prima página de tu Biblia contiene una figura de la resurrección. En el día tercero, Dios creó una tierra que fuese fructífera (Gn. 1:9-13). Podemos relacionar el número tres con el hecho de que Cristo venció la muerte 3 días después de ser sepultado. De igual manera, podemos relacionar lo fructífero de la tierra, con el incalculable fruto que ha producido la muerte y la resurrección del Salvador. La multitud que estará en el cielo no podrá ser contada (Ap. 7:9) y será el fruto de la aflicción de su alma que le traerá profunda satisfacción (Isa. 53:11).

El arca de Noé también sirve como una sombra de la resurrección de Jesucristo. Pasando por las aguas, haría pensar en el Señor sufriendo las aguas torrenciales de la ira de Dios que cayeron sobre él. El arca descansado sobre el Monte Ararat al terminar el diluvio, traen a la mente su resurrección. Se nos indica en Génesis 8:4 que esto sucedió el día 17 del mes séptimo. La institución de la Pascua modificó el calendario judío porque el mes séptimo se convirtió en el mes primero. Por lo tanto, tendríamos entonces la Pascua siendo sacrificada el día 14 y el arca reposando sobre el monte el día 17 del mismo mes. La Pascua es el sacrificio de Cristo; el arca reposando sobre el monte tres días después, es la resurrección del Hijo de Dios. ¿Coincidencia? Lo dudo.

Siempre es fascinante leer el comentario que los escritores el nuevo testamento nos dan sobre eventos del antiguo testamento. Por ejemplo, el escritor de la epístola a los Hebreos, hace ver que Abraham al levantar a su hijo Isaac con vida del altar (Gn. 22), lo hacía ”en sentido figurado” (Heb. 11:19). El hijo que debió haber muerto, fue recogido del altar con vida. Isaac cargando la madera al ir al monte, es Cristo cargando su cruz caminando al Gólgota. Isaac siendo puesto sobre el altar, es Cristo sacrificándose sobre la cruz. Isaac siendo levantado con vida del altar, es la gloriosa resurrección de Jesucristo. Obviamente la gran diferencia entre los dos es que Isaac no murió, pero Cristo sí tuvo que dar su vida.

Ya lo hemos visto con más detalle, así que lo mencionaré brevemente en esta ocasión, pero en las leyes sobre la purificación de la lepra, también encontramos la resurrección de Cristo. En Levítico 14:50-53 notamos que dos aves eran elegidas. Una era sacrificada y la otra era soltada. Sin duda, una representa los sufrimientos del Señor; la otra, habla de aquél ”al que Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte” (Hch. 2:24). La guardia romana, la piedra, ni aún el diablo con todo su ejército, podían impedir que el Hijo de Dios derrotara a la muerte.

En la fiesta anual del pueblo Hebreo llamada primicias, también encontramos un tipo de la resurrección del Señor. Recientemente, resaltábamos a Cristo en este festival. La ley en Levítico 23:9-14 hace ver que los Israelitas tenían que viajar al templo en Jerusalén y ofrecerle a Dios las primicias o los primeros frutos de su cosecha. El apóstol Pablo nos confirma lo que representa la fiesta de las primicias. Él escribió sobre el Salvador: ”Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.” (1 Co. 15:20) Las primeras tres fiestas encajan cronológicamente con los eventos relacionados con la muerte del Señor. Primero era la Pascua, ese es el sacrificio de Cristo; después venían los panes sin levadura, ese es el cuerpo de Cristo sepultado sin ningún pecado; y en tercer lugar, las primicias, que son la resurrección del Señor.

Dios también utiliza una vara ordinaria para simbolizar la poderosa resurrección de su Hijo. En Números 16, un grupo dentro del pueblo de Israel decidió rebelarse en contra del liderazgo de Moisés. Dios los castigó con muerte. Los que quedaron vivos, él les mostró su aprobación de Moisés y Aarón como líderes de una forma muy peculiar. En Números 17, se le ordenó a cada príncipe, incluyendo a Aarón, presentar una vara y dejarla en el tabernáculo para ver qué sucedería con ellas hasta el día siguiente. Increíblemente, hubo algo que únicamente ocurrió con la vara de Aarón. ”Había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.” (Nm. 17:8) ¿No fue así la resurrección del Señor? Así como esa vara inerte tomó vida, de igual manera, el cuerpo del Señor que yacía sin vida en aquella tumba fría, tomó otra vez existencia para vivir en ”el poder de una vida indestructible” (Heb. 7:16).

Concluímos este estudio sobre la tipología de la resurrección de Cristo, al encontrarnos en el vientre de un gran pez. Todos conocemos la historia de Jonás. Por su desobediencia, Dios permitió que un gran pez lo tragara al ser echado al agua desde una nave. Él estuvo dentro de ese pez tres días y tres noches. El Señor mismo hizo la comparación entre Jonás en el vientre del gran pez con su resurrección. Él dijo: ”Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mt. 12:40) Después de tres días, el pez por orden divina, escupió a Jonás a la tierra. De la misma manera el Señor, al tercer día, él salió triunfante de donde él se encontró durante los tres días que estuvo muerto.

Dios nos anime con estas figuras que hemos visto de la resurrección de su Hijo. Nos alegra, consuela y motiva saber que nuestro Salvador vive por los siglos de los siglos.

https://unsplash.com/@ahaghighi

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s