David Alves Jr.
Números 15:32-36
Al estar dirigiéndose Israel por el desierto en dirección a Canaán, ubicaron a un hombre en el desierto recogiendo leña un día de reposo. Fue presentado ante Moisés y Aarón y puesto bajo custodia mientras recibían orden de Dios al respecto. Jehová mandó: ”Ciertamente al hombre se le dará muerte; toda la congregación lo apedreará fuera del campamento.” El pueblo de Dios hizo exactamente eso. El hombre fue sacado fuera del campamento y apedreado.
Pareciera como un acto muy severo por parte de Dios y de los Israelitas, pero el hombre había afrentado la santidad y el mandamiento de Dios. El problema no era en cuanto a unos palos, sino que había ido en contra de lo que Dios había establecido sobre el día de reposo.
Para nosotros en la actualidad, nuestro reposo, ya no es un día, sino es una persona. Cristo es nuestro reposo. El escritor a los Hebreos nos dice: ”El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.” (Heb. 4:10) Para Israel, el reposo estaba limitado al día Sábado y poder entrar a la tierra prometida; para nosotros, nuestro reposo es constante, todos los días y por toda la eternidad por medio de Cristo Jesús.
Hay muchas personas en nuestro mundo que son como ese hombre recogiendo leña el día de reposo. Toda la nación de Israel disfrutaba de aquél día de reposo, mientras aquél hombre se esmeraba bajo el sol para realizar aquella ardua tarea de cortar y cargar leña. Así vemos cómo muchos, en vez de disfrutar del descanso y del reposo que hay disponible en Cristo, quieren trabajar y esforzarse para ganarse la salvación. En vez de descansar en aquél que dijo: ”Consumado es” al pagar todos nuestros pecados, piensan erradicar sus pecados a través de sus méritos. Algo que jamás podrán alcanzar.

Este suceso en la historia de Israel, también nos hace pensar en el Señor y cómo sufrió controversias en días de reposo. Este hombre del que leemos fue sin duda culpable de quebrantar la ley de Dios. Cristo fue atacado injustamente por según no respetar el día de reposo sin cometer ningún mal. Le criticaron por haber comido trigo de un campo (Mt. 12:1). Le acusaron por haber sanado a un hombre con la mano seca (Mt. 12:10). Se enojaron que sanó en una sinagoga a una mujer encorvada (Lc. 13:14). Lo que ignoraban era que él es el ”Señor del día de reposo” (Mt. 12:8; Mr. 2:28; Lc. 6:5) y que él, por medio de su muerte y resurrección, ofrecería el verdadero reposo.
Otro detalle en el que podemos mirar al Señor, es al pensar en la ubicación donde fue apedreado el hombre que recogió leña el día de reposo. Fue sacado fuera del campamento para ser matado. Nuestro Salvador, a pesar de que no hizo ningún mal, fue sacado fuera de la ciudad de Jerusalén para ser crucificado. Ser sacado del campamento, era estar en un lugar de humillación y de castigo. Nuestro Señor ”padeció fuera de la puerta” (Heb. 13:12). Él no hizo ningún mal y aún así tuvo que sufrir en aquella ubicación por culpa nuestra.
“Toda la nación de Israel disfrutaba de aquél día de reposo, mientras aquél hombre se esmeraba bajo el sol para realizar aquella ardua tarea de cortar y cargar leña”
Y este hombre, que realizaba esa ardua tarea, no tenía los otros 6 días de la semana para hacerla?
Ese hombre simplemente violó el mandamiento, no por error, sino por propia y decidida voluntad de hacerlo.
Lee los párrafos anteriores al evento y nota claramente que Dios hace distinción entre los pecados por yerro (error) y los pecados por plena y decidida voluntad. Por eso fue apedreado.
No es que la ley de Dios haya sido anulada, porque HOY Cristo es nuestro reposo.
Si fuera así, como expliarias Isaiaa 66, 22 y 23.
Y Mateo 24 , versículo 20.
Hoy no hay lapidaciones porque no vivimos bajo una teocracia. Pero la violacion de cualquiera de los 10 mandamientos, es una clara falta a su ley eterna.
Un saludo.
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El día de reposo no ha sido abolido , aún nuestro Mesías lo guardo , el mismo dijo no piensen que he venido a abolir la ley o los profetas , no he venido para abolir sino para cumplir Mateó 5:17
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Es evidente que Jesús guardó el día de reposo. Lo que también es evidente es que después de Su muerte, la ley ceremonial quedó abolida, y nunca más leemos de Su pueblo guardando el día de reposo. De acuerdo a Hebreos, Cristo es nuestro reposo. Yo prefiero que Él sea mi reposo por encima de que lo sea un día de la semana.
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