David Alves Jr.
Los llamados “Santos de los Últimos Días”, también conocidos como Mormones, enseñan que Dios tiene un cuerpo físico. Lo basan en Génesis 1:26 donde podemos leer: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.”
José Smith, fundador de dicha secta religiosa, enseñó que Dios posee corporalidad humana como nosotros. Concluyó que si nosotros fuimos creados a su imagen con un cuerpo físico, esto tendría que significar que él también posee un cuerpo físico.
En los puntos de instrucción que el Sr. Smith llamó “Doctrina y Convenios Sección 130”, él escribió:
“El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre; así también el Hijo; pero el Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje de Espíritu. De no ser así, el Espíritu Santo no podría morar en nosotros.”
Esta falsa doctrina, es claramente refutada por la Biblia, que sí es la palabra de Dios.
Primeramente, Dios no es hombre. Balaam le dijo a Balac: “Dios no es hombre” (Nm. 23:19). Dios dijo por medio del profeta Oseas: ”Dios soy, y no hombre” (Os. 11:9). Con estos pasajes podemos concluir que Dios posee una naturaleza distinta a la nuestra y que el no posee corporalidad humana. No hay un solo texto bíblico que diga que él tiene un cuerpo de carne y hueso como el nuestro.
En segundo lugar, las Escrituras claramente nos enseñan la naturaleza que sí posee. No hay ninguna duda: “Dios es Espíritu” (Jn. 4:24). Al ser Espíritu, según Lucas 24:39, es muy claro que un “espíritu no tiene carne ni huesos”.
Por esta razón, es muy claro que Juan escribió acerca de Dios: “A Dios nadie le vio jamás” (Jn. 1:18) y “nadie le ha visto jamás” (1 Jn. 4:12). Si tuviese cuerpo, claramente habría sido visto. Al ser Espíritu, no ha sido observado.
Cuando Génesis 1:26 dice que fuimos creados en la imagen de Dios, quiere decir que hay atributos que nosotros los seres humanos compartimos con él. Por ejemplo, así como él es eterno; nosotros también somos seres que jamás cesaremos de existir.
Génesis 1:26 no enseña que Dios tiene un cuerpo físico como lo enseñó José Smith.
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