David Alves Jr.
¿Qué dice Dios acerca de cristianos reunidos con el fin de alabarle y haciéndolo a través de los aplausos?
Antes de contestar la pregunta, sería provechoso considerar cuál es el significado de los aplausos en la Biblia. En nuestra cultura, generalmente hablando, los aplausos siempre son una muestra de reconocimiento y agradecimiento. Pero no así en culturas antiguas mencionadas en la Palabra de Dios. Hay varias menciones de personas batiendo sus manos en señal de burla y enojo.
Balac aplaudió al reprender a Balaam por no seguir sus instrucciones de maldecir a la nación Hebrea (Nm. 24:10). Job habló de personas batiendo sus manos al ver la destrucción del impío (Job 27:23). Su supuesto amigo Eliú habló de los pecadores aplaudiendo en muestra de menosprecio a Dios (Job. 34:37). Aplaudieron aquellos que vieron la destrucción de Israel (Lam. 2:15) y el cautiverio de Judá (Ez. 25:6). Según el profeta Nahum, lo mismo ocurriría en relación a la demolición de Nínive.
Por lo tanto, es abundantemente claro que los aplausos no siempre son señal de gozo o de alabanza a Dios.
Los aplausos en el Antiguo Testamento, también tienen una connotación positiva. Hubieron aplausos cuando Joás fue reconocido como el rey (2 Re. 11:12). Según el salmista, describe de una manera figurativa, cómo los ríos baten sus palmas, al reconocer el juicio soberano de Dios (Sal. 98:8). En la profecía de Isaías leemos de aquél bendito día cuando Israel será restaurada a Dios y los árboles aplaudirán de gozo (Isa. 55:12).
¿Qué de Israel aplaudiendo en el tabernáculo o templo en señal de adoración a Dios? Encontramos que en todo el Antiguo Testamento, hay una sola mención. Son treinta y nueve libros que detallan la historia a lo largo de unos cuatro mil años, y solo hay una mención de personas aplaudiendo para engrandecer a Dios (Sal. 47:1). Eso debe de llamarnos la atención. Quizás no eran tan común aplaudirle a Dios en aquellos días como muchos se imaginan en la actualidad.
Al ir al Nuevo Testamento, ¿cuántas veces leemos de iglesias en el tiempo de los apóstoles aplaudiéndole a Dios? ¡Ni una sola! Los cristianos en esos tiempos cantaban, oraban, predicaban y obedecían para alabar al Padre, pero nunca leemos que hayan aplaudido. Si algo no es mencionado, es mejor no ponerlo en práctica. Sería preferible que pongamos en práctica lo que sí encontramos en el manual divino.
El pasaje citado de Salmos 47:1 no podría ser utilizado en la actualidad, porque nosotros estamos bajo la gracia, ya no bajo la ley (Rom. 6:14). Lo que rige el orden en la iglesia es el Nuevo Testamento y no el Antiguo Testamento.
Es probable que algunos utilicen 1 Timoteo 2:8 para justificar la práctica de aplaudir en las reuniones de la iglesia. En ese pasaje, Pablo está escribiendo sobre la necesidad que tienen los varones de orar al vivir en pureza y poder así levantar manos santas. Nada tiene que ver con los aplausos.
En resumen, no hay sustento bíblico para alabar a Dios en la actualidad como iglesia aplaudiendo.