Historias de la Gracia de Dios

John Wycliff: La Estrella de la Mañana de la Reformación

David Alves Jr.

Nuestra generación urgentemente necesita a hombres y mujeres que imiten dos cualidades que podemos ver en la vida de John Wycliffe. En primer lugar, su profundo deseo de estudiar las Escrituras; y en segundo lugar, su valentía en dar a conocer y defender sus convicciones, aún si le costaba su vida.

Tristemente hoy en día son escasos los creyentes que muestran esto. No hay ese incesante propósito de estudiar la palabra de Dios en toda su pureza, sin ver las Escrituras de forma distorsionada, para justificar ciertas deficiencias que se llevan a la práctica en las iglesias. Tampoco hay hermanos que lo arriesguen todo, como lo hizo Wycliffe, para defender lo que Dios dice en su palabra. Nos dejamos manipular por los que están en autoridad y se nos hace pensar que estamos actuando de forma espiritual por acatar las ordenes de los hombres, en vez de sujetarnos al Dios Altísimo.

Urge que consideremos el ejemplo de hombres como John Wycliffe para que realmente vivamos vidas que sean para la gloria de Dios.

Durante los años 1300, la religión católica reinaba en Inglaterra su país natal. El papa era la máxima autoridad y se estaban practicando muchas cosas que iban completamente en contra de la palabra de Dios.

John Wycliff estudió en Oxford, y aunque sus estudios se vieron interrumpidos por la plaga bubónica que le quitó la vida a un tercio de los habitantes de su país, recibió su doctorado en teología. Para poder recibir este título, tuvo que dar conferencias sobre toda la Biblia en su universidad.

A pesar de que Wycliffe fue ordenado sacerdote dentro de la religión católica, a través de su minucioso estudio de la palabra de Dios, se dio cuenta de las muchas faltas que se estaban cometiendo. Comenzó a hablar y a escribir en contra de la transubstanciación, las indulgencias, la confesión de pecados a los sacerdotes, la justificación de pecados por medio de las obras, la riqueza excesiva que había en Roma y la autoridad del papa como la supuesta cabeza de la iglesia. Estuvo dispuesto a hacerse disidente de la religión católica aunque le iba a costar mucho. Por causa de sus escritos, perdió la amistad de muchas personas que lo protegían para no ser matado por causa de sus convicciones. Uno de ellos era John Gaunt, hijo del rey Eduardo III. Sus convicciones también le costaron ser expulsado de Oxford y no poder enseñar la palabra en la iglesia en la que estaba. 

Si muchos de nosotros hubiéramos vivido en esos tiempos, la realidad es que nos hubiésemos quedado callados. Nuestra reacción inicial sería estar en desacuerdo con esto, pero la realidad es que las faltas de nuestro tiempo no son tan graves como lo fueron en el tiempo que vivió Wycliff y aún así nos quedamos callados. No te engañes. Nuestro Señor enseño que el que es fiel en lo poco, será fiel en lo mucho (Lc. 16:10). Muchas veces se ven cosas en nuestros tiempos que van en contra de la Biblia, pero no somos capaces de hacer saber nuestro desacuerdo y nuestro deseo de que las cosas se hagan como Dios manda. 

¿Por qué permitimos que se nos obligue a hacer algo que va en contra de nuestra consciencia? ¿De dónde salió la equivocada noción que es espiritual la persona que se queda callada cuando ve que los que están en liderazgo están cometiendo actos horripilantes que deshonran el nombre de Dios?

Este no es un llamado a la rebeldía. Este en un llamado a que comencemos a seguir las Escrituras en toda su sencillez. Permitir que un grupo selecto de hombres rijan la gran mayoría de las iglesias no es seguir las Escrituras en toda su sencillez. Permitir que esto suceda, es participar en el desplazamiento el señorío que Cristo debería tener sobre nosotros. Es hora de que los ancianos de cada iglesia lean sus Biblias y tomen decisiones que vayan de acuerdo a la palabra de Dios, sin importar lo que va a pensar alguien más. ¿Qué es más importante? ¿Agradar al hombre o agradar a Dios? ¿Obedecer la bendita palabra de Dios o desobedecerla para quedar bien con el hombre? ¿Qué costo estás dispuesto a pagar por seguir toda la Biblia?

John Wycliff fue citado a comparecer ante las autoridades religiosas, específicamente por el obispo de Londres. Se determinó que por enseñar lo que consideraban herejías, quedaba estrictamente prohibido que las personas leyeran sus tratados. Mandaron quemar todos sus escritos que le habían llevado mucho tiempo escribir. El papa publicó cinco edictos en su contra, acusándole de varias cosas muy serias  y le llamó: “maestro de errores”. Esto no le intimidó. Él dijo: “Estoy dispuesto a defender mis convicciones hasta la muerte”. 

¿Estarías dispuesto a defender la Biblia a tal grado? En la actualidad nadie te va a matar por tus convicciones. ¿Sabes que es lo que sí te harán? Querrán dañar y destruir tu reputación. Esto es lo que sucede hoy en día. Si te opones a la palabra del hombre para obedecer la palabra de Dios, te calumniaran hasta mas no poder. ¿Cuánto valoras tu reputación? ¿Qué tanto te preocupa lo que el hombre piensa de ti? Si tu buen nombre viene con desagradar a Dios, olvídate de eso. Más vale quedar bien con Dios que con el hombre. 

En los días de Wycliff, la Biblia únicamente había sido traducido al Latín. Esto motivó a que hiciera algo que beneficiaría al mundo anglosajón enormemente, y que por consecuente causaría con el tiempo un gran impacto en todo el mundo. Comenzó a traducir la Biblia al inglés, el idioma común de las personas. La religión católica castigaba esto con pena de muerte, pero eso no fue impedimento para que Wycliff comenzara a traducir la Biblia para que todos tuviesen acceso a las Escrituras. Al no existir aún la imprenta, se esforzó en mandar a hacer copias a mano de lo que se iba traduciendo.

Tenemos que también ser como Wycliff al pensar en lo que es mejor para las generaciones venideras. Su vida es un claro ejemplo de cómo nuestras vidas pueden tener un gran impacto en los que nos seguirán. Wycliff no pudo terminar la traducción de la Biblia porque murió antes de poder concluir ese proyecto. Pero lo que sí hizo fue contagiar a otros con su deseo de honrar la palabra de Dios, y esto resultó en que otros sí terminaran de hacerlo. A pesar de que vivió unos 200 años antes de la reformación, que fue cuando la iglesia de Inglaterra se separó del papado, sus enseñanzas impactaron a hombres que fueron cruciales durante esa época, como lo fueron Jan Hus y Martín Lutero. Por eso es llamado “la Estrella de la Mañana de la Reformación”. Vivió en una época muy oscura, pero sus decisiones impactaron a una generación para que fuese propagado el evangelio en toda su claridad. De igual manera es con nosotros. Tus decisiones por querer agradar a Dios, aunque te cueste mucho, podría ser usado por el Señor para impactar a las generaciones venideras para bien. 

Cuarenta y tres años después de la muerte de Wycliff, oficiales religiosos mandaron exhumar su cuerpo, quemar su cadáver y tiraron sus cenizas al río Swift. Aún así no pudieron silenciarlo. Sus enseñanzas siguieren propagándose. Se dijo de él: “Quemaron sus huesos hasta convertirlos en cenizas y los arrojaron al Swift, un arroyo vecino que pasaba muy cerca. Así, el arroyo llevó sus cenizas al Avón, el Avón al Severn, el Severn a los mares Angostos y éstos al océano principal. Y así, las cenizas de Wycliffe son un símbolo de su doctrina, que ahora se extiende por todo el mundo.”

Tú y yo tenemos una sola vida a vivir sobre esta tierra. Haz que cuente solamente para la gloria de Dios. 

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