David Alves Jr.
”Después de la salvación, la decisión más importante que uno toma, es con quien decide uno casarse.” Ese fue un consejo que escuché en mi adolescencia, y sin duda, son palabras que contienen mucha verdad. Cualquier persona que está casada, especialmente si es creyente en Jesucristo, afirmaría que no podríamos enfatizar suficientemente, lo increíblemente importante que es casarse con la persona adecuada.
Aquí hay diez cosas que deberías buscar en un futuro esposo:
- ¿Es cristiano? Esto tendría que ser lo primero que te preguntes al considerar a alguien para el matrimonio. ¿Cómo compartir el resto de tu vida con alguien que no comparte tus convicciones en cuanto todo lo que tiene que ver con Dios? ¿Cómo podrá unirse un amigo de Dios con alguien que aún está en enemistad con Dios? ¿Podrá funcionar un matrimonio donde uno quiere andar en vida nueva y el otro quiere vivir conforme a los deseos de la carne? Es muy claro que no. Por lo tanto, no tendría caso ni siquiera contemplar casarse con una persona aún no convertida. Tampoco sería prudente casarse con la intención de que la persona acepte a Cristo después de contraer matrimonio. El matrimonio para alguien que es salvo debe ser ”en el Señor” (1 Co. 7:39).
- ¿Comparte tus mismas convicciones sobre la iglesia de Dios?
A veces pensamos que por ser una persona salva, con eso basta para ser un buen esposo. Alguien pudiera ser creyente (y que bueno que lo es) pero pudiera no compartir tus convicciones sobre cómo debe reunirse una iglesia. Si el centro de tu matrimonio va a ser la iglesia, ¿cómo servirán a Dios si no hay un acuerdo en cuanto a las doctrinas bíblicas que son muy valiosas para ti? - ¿Ama más a Dios que a ti? Este es otro consejo que dan hermanos con mucha experiencia en el matrimonio. ”Cásate con alguien que ama a Dios más que a ti”. Dios quiere que te cases con alguien que te va a motivar a servir al Señor enteramente. En el Nuevo Testamento se menciona en siete ocasiones a una pareja. Encontramos que siempre que son mencionados, los encontramos sirviendo a Dios juntos. Hay veces que primero es mencionado el esposo, llamado Aquila; pero a veces es mencionado primero la esposa, llamada Priscila. Esto indica que servían a Dios a la par.
- ¿Te llama más la atención su hermosura externa ó interna? Cuando hay pruebas y dificultades, un esposo guapo no podrá actuar conforme a la voluntad de Dios en una situación adversa para tu bien, sencillamente por su atractivo físico. Búscate un esposo que llame la atención por cómo es como persona. Alguien que sea lleno del Espíritu y que manifieste el fruto del Espíritu. Por encima de que sea guapo, es más importante que sea manso, amoroso, humilde, piadoso, etc… Una boda o una acta de matrimonio no producen hombres de Dios. Acepta casarte con alguien que ya sea un hombre de Dios.
- ¿Es responsable? El diseño de Dios para el matrimonio es que ”dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gn. 2:24). ¿Estás contemplando casarte con alguien que no tiene una estabilidad laboral para poder sostener una familia? No tiene que ser ingeniero, doctor o astronauta. Pero sí tendría que ser alguien que es responsable. Puede que sea que gane el salario mínimo, pero lo importante es que tenga las posibilidades de poder dejar a sus padres para poder formar y mantener una nueva familia. Sería difícil pensar que Dios quiere te cases con alguien que aún depende de sus padres y que muestra ser irresponsable con las cuestión laboral. El hecho de que dos jóvenes se casen, vivan con los padres de uno de los dos, dependen de ellos económicamente y estén aún bajo su autoridad; va completamente en contra de lo que Dios tuvo en mente para el matrimonio.
- ¿Es el guía ideal para ti y para tus hijos? En el matrimonio, el varón es la cabeza (Ef. 5:23), y por lo tanto, vas a querer casarte con alguien que vaya a ser un buen guía para ti y para los hijos que Dios te dé. No es que sea perfecto o que sepa todo sobre el matrimonio, pero sí es alguien que muestra una aptitud para ser la cabeza en tu matrimonio. Sabes que será alguien que guiará siempre a tu familia en el camino indicado. Te das cuenta que, con la ayuda de Dios, es alguien en el que confías que cuando las cosas vayan mal, pueda ser tu ejemplo y tu sostén.
- ¿Te respeta? Tendrías que preguntarte, ¿qué valores morales tiene la persona? ¿Es alguien que busca tener relaciones sexuales antes del matrimonio? Si es así, sería dudoso que esa persona te honra. Cásate con alguien que valore la castidad. Ese atributo pertenece a los museos en nuestra sociedad progresiva; pero para Dios, sigue siendo una una virtud de mucho valor. El indicado para ti es alguien que se abstenga de tener relaciones sexuales antes del matrimonio. Dios quiere un esposo para ti que sea como Daniel que ”propuso en su corazón no contaminarse” (Dn. 1:8). Si un joven no valora la santidad antes del matrimonio, ¿lo hará después de que se casen? ¿Honrará el matrimonio como lo pide el escritor a los Hebreos?
- ¿Te valora? Salomón dice: ”El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová” (Pr. 18:22). ¿Eres la persona más especial para él? Pudiera ser que para alguien sus padres o sus amistades son más importantes. Vas a querer pasar el resto de tu vida con alguien que verdaderamente te considera cómo lo más bendito que Dios le ha dado. También deberías preguntarte, si es alguien que muestra signos de ser un manipulador emocional o mental. En el matrimonio, las decisiones se toman de acuerdo a la guía del Señor, y no a través de la presión sicológica. Si te valora, va a explicarte las cosas. Va a mostrarte en la Biblia lo que Dios desea en una situación que se presenta. Un hombre espiritual no recurre a manipulaciones. Tristemente tenemos que decirlo, pero también tendrías que poner en duda que alguien realmente te valore si te agrede físicamente. Esto debería de ser una clara indicación de que no es la persona apropiada para ti. Pedro escribió: ”dando honor a la mujer” (1 Pe. 3:7).
- ¿Realmente te ama? Una de las responsabilidades del varón en el matrimonio es amar a su esposa (Ef. 5:25, 28, 33). Debe amarla con el amor que Cristo tuvo para la iglesia. Solo tendrías que leer 1 Corintios 13 para ver cuál es la definición bíblica del verdadero amor. A la luz de eso, pregúntate si te ama. Es posible que alguien sienta una atracción hacia tu físico, pero que realmente no te ame. Puede ser que alguien pueda tener un interés en tu dinero o estatus social, sin verdaderamente amarte. Si no te ama con un amor puro y genuino antes de que se casen, ¿qué te hace pensar que lo hará después de la boda? El que te ama verdaderamente es el que busca siempre lo que le honra a Dios y lo que sea lo mejor para ti. El amor basado en algo que no sea la voluntad de uno, es muy vulnerable al cambio y eso podrá causar mucho daño y la posible terminación del matrimonio. El amor es una decisión. Cuando dos personas deciden amarse con un amor según el amor de Dios, es un matrimonio que perdurará hasta la muerte o hasta la venida de Cristo.
- ¿Comparte una misma visión que tú en cuanto al futuro? Necesariamente no sabes qué sucederá en el futuro, pero sí sería muy provechoso que conversen sobre un número de puntos muy importantes antes de que se casen que tienen que ver con la vida que tendrán juntos. Si tu vista del futuro con tu posible esposo llega hasta el día de la boda, entonces es bastante limitado. Necesitan hablar sobre las metas que les gustaría alcanzar y considerar juntos como se manejarán distintas áreas de sus vidas. No quieres casarte con alguien, sin primero conocer cuales son sus pensamientos sobre temas relevantes. En la profecía de Amós leemos la pregunta: ”¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Am. 3:3). Hay temas en los que sería muy riesgoso saber lo que piensa tu esposo acerca de eso después de casarse. En el matrimonio, debemos anhelar lo mismo que deseó Rut en cuanto a su suegra Noemí cuando le dijo: ”Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:16). Dios quiere que compartas con tu futuro esposo una misma visión en cuanto al futuro.
Contempla cada uno de estos puntos antes de tomar la decisión más importante de tu vida al casarte con alguien. En resumen, Dios te ayude a encontrar un esposo que sea conforme al corazón de Dios. Asegúrate de eso delante del Señor para que cuando, como si fuera, se te pregunté: ”¿Irás tú con este varón?” (Gn. 24:58), tú puedas tener plena certidumbre de poder contestar: ”Sí, iré.”
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